Qué es la Res Publica? by Plinio Correa de Oliveira

Sociedad Orgánica

Qué es la Res Publica?

Plinio Corrêa de Oliveira

La definición actual de un Estado es la organización política de una nación. Una nación es una sociedad que constituye un gobierno con una forma determinada, ejercida por órganos sobre lo que se llama la causa pública, el interés público o, literalmente, la "cosa pública", la res publica de un país.

Lo público es la traducción literal de res publica , ya que res se traduce como cosa. Qué significa eso?

El dux que representa a la República de Venecia recibe al embajador de Persia

En un país hacemos una distinción entre intereses públicos y privados. La esfera del interés privado abarca todo lo relacionado con la vida privada de un individuo. Por lo tanto, todo lo relacionado con el honor, la dignidad, la formación y los derechos naturales de un hombre debe ser cuidado y defendido por la persona privada. Los intereses públicos se refieren tanto a los bienes como a las ventajas de todos los habitantes de un país; debe ser defendido y promovido por el Estado.

Antes de la Revolución Francesa, la expresión res publica se usaba para designar cosas de interés público en cualquier forma de gobierno. Dirigiéndose a un Rey, un orador podría decir: "Señor, le informo que el año pasado la res publica de su Reino progresó favorablemente". Esto significaría que las obras para el bienestar público habían avanzado.

Solo después de la Revolución Francesa, la expresión res publica , o república, adquirió el significado específico de una forma de gobierno no monárquica.

En resumen, un individuo se ocupa de las cosas relacionadas con su propio interés privado, y el Estado se encarga de todo lo que sea de interés para todo el país. Esta es la diferencia básica entre las "cosas" públicas y privadas.

El interés social se encuentra entre lo público y lo privado.

Sin embargo, hay áreas en las que, aunque está involucrado el interés general, el Estado solo debe ofrecer su asistencia y no participar activamente. Por ejemplo, existe un interés social y cultural general en la promoción de la música en un país. Normalmente hablando, las personas entusiastas de la música deberían formar su propia organización para promoverla. Esta organización debería encontrar donantes entre la población para patrocinar sus programas, alentar a sus jóvenes a estudiar buena música, otorgar becas a aquellos que tienen talentos especiales en música, patrocinar actuaciones musicales y conciertos, etc.

La promoción de la música es una actividad sociocultural que debe basarse en sus propios medios.

Sin embargo, a veces sucede que dicha organización carece de medios financieros para continuar su trabajo. Entonces, es natural que el Estado ofrezca asistencia monetaria a la organización hasta que pueda mantenerse por sí misma nuevamente. Es solo una ayuda temporal hasta que esa organización pueda operar por sí sola. Es entendible. No es la misión del Estado promover la música. Es un interés privado de un grupo de personas, pero en casos especiales puede solicitar la ayuda ocasional del Estado.

Por lo tanto, entre la esfera pública que concierne al Estado y la privada que concierne al individuo, encontramos algo más, que no es exclusivamente público ni privado: es lo que caracteriza a la sociedad en general, la formación de una opinión pública, una mentalidad especial, que es decir, el conjunto del pensamiento de ese país, su desarrollo literario y artístico, su patrimonio cultural formado por los grandes hombres que la Divina Providencia le dio a ese país. A través de este proceso orgánico de mejora, se forma el alma de la nación.

Tenemos, por lo tanto, tres esferas: la política, la social y la privada.

Intervención estatal e influencia del mal

Los políticos europeos, en general, están muy preocupados por la esfera política, es decir, los intereses del Estado, pero no tienen una fuerte inclinación por intervenir en los intereses privados. Dejan esto a la iniciativa de cada individuo. No tienen la idea de que el Estado deba intervenir en todo. Normalmente, no existe una escuela oficial de pintura promovida por el Estado, que establezca sanciones para cualquier persona que no cumpla con sus estándares. Estas esferas culturales de arte, música, cocina, etc., siguen sus propios caminos sin demasiada interferencia del Estado.

Desafortunadamente, no ocurre lo mismo en nuestras tres Américas, principalmente en América del Sur, donde los políticos tienden a estructurar un Estado todopoderoso que tiene como objetivo controlar la vida entera del individuo.

La vida social y cultural debe desarrollarse espontáneamente, de acuerdo con el espíritu de cada país como resultado de la interacción de las personas, con los mejores, más grandes y más capaces predominando sobre los demás. Si esto no ocurre orgánicamente, el país va en la dirección equivocada, favoreciendo la influencia de las peores personas sobre las mejores.

Paralelamente, permítanme hacer una observación moral sobre algo curioso y misterioso que debe tenerse en cuenta cuando tratamos los fenómenos sociales. Es la influencia que el mal ejerce generalmente sobre el bien. Cuando un grupo de amigos se reúne, generalmente son los peores los que tienen más influencia. Los buenos tienen que esforzarse y luchar para adquirir cierta influencia, mientras que los malos lo logran simplemente con su presencia. Ese grupo empeorará en la medida en que el bien permita que el mal domine. Esta pelea ocurre en cada familia, escuela, club o grupo de amigos que se reúne en un restaurante. Es una batalla en miniatura de la lucha entre la Revolución y la Contrarrevolución. Algún día me gustaría analizar esto con más detalle.

Publicado el 12 de febrero de 2020

Prof. Plinio

La Sociedad Orgánica fue un tema muy querido por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Se dirigió a este tema en innumerables ocasiones durante su vida, a veces en conferencias para la formación de sus discípulos, a veces en reuniones con amigos que se reunían para estudiar los aspectos sociales y la historia de la cristiandad, a veces de manera sencilla.

Atila S. Guimarães seleccionó extractos de estas conferencias y conversaciones de las transcripciones de las cintas y sus propias notas personales. Los tradujo y adaptó en artículos para el sitio web de TIA. En estos textos se mantiene la fidelidad a las ideas y palabras originales tanto como sea posible.

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