Lo que comenta la gente
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Una Silenciosa Mayoría Monárquica
Un Jefferson iluminado oscuro
Gracias, señorita Elizabeth, por ayudar a aclarar el pensamiento de Jefferson y Bellarmine.
Nuevamente, las influencias de la oscuridad distorsionan la luz de la verdadera Fe para promover su agenda de odio contra nuestra amada Fe, y para coaccionar a los ignorantes hacia las falsas nociones de la Francmasonería.
E.S., Ph.D.
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Trudeau da un paso atrás en Vax
Interesantes noticias en cuanto a la resistencia frente a la vacunación obligatoria. Trudeau dio marcha atrás en la demanda de evidencia de vacunación para viajar. Porfavor lea abajo.
Sigan con el buen trabajo. ¡Están haciendo la diferencia!
P.M.
Kennedy Hall
23 de septiembre de 2022 - Siempre optimista, pensé en difundir un poco más de esperanza, o "hopium", como se le suele llamar.
Mientras escribo esto, se ha confirmado que Justin Trudeau, el primer ministro que los verificadores de datos nos han asegurado que definitivamente no es del linaje de Castro, ha cedido a la presión pública y al creciente resentimiento nacional e internacional contra él y, por lo tanto, ha abandonado su loco mandato fronterizo de vacunas segregacionistas.
A partir del 30 de septiembre, aquellos que no se vacunaron con una vacuna experimental de Covid, es decir, los seres humanos que existen de la misma manera que existían antes de 2020, ahora podrán viajar dentro y fuera del Gran Norte Blanco como si viviéramos en el siglo XXI y gozar de los derechos naturales y constitucionales. ¡Qué viaje!
Lea más aquí
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Persecution of Catholics in Cameroon
A pesar de los llamados a la paz y la tolerancia que el Papa hizo suyo en Astana, la violencia contra el cristianismo continúa sin cesar.
En Camerun, pistoleros incendiaron una iglesia católica y secuestraron a cinco sacerdotes, un religioso y dos laicos. Los católicos huyen de la violencia.
Los obispos responden con “una declaración de gran conmoción y absoluto horror”. En lugar de llamar a una Cruzada o una Guerra Santa, solo habla de tolerancia.
Exactamente lo que quieren los musulmanes para continuar con sus agresiones. Y seguirán.
Es muy triste.
Deberíamos estar listos para pelear cuando vengan aquí.
M.G.
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Ataque de bandas musulmanas en Suecia
Vaya a este enlace para leer el artículo completo sobre la escalada de violencia en Suecia. Me parece interesante que la autora sueca del artículo ni siquiera pueda decidir quién está perpetrando todo este crimen, es decir, los inmigrantes musulmanes que llegaron después de que los gobiernos liberales de izquierda de los últimos 10-15 años abrieran las puertas de la inmigración en Suecia, dejando que todos estos musulmanes entren en su país. Y no se asimilan; más bien quieren dominar y obtener beneficios sociales gratuitos de aquellos habitantes del país que los dejan entrar.
El autor los llama "bandas de inmigrantes", y nunca menciona que todos ellos son musulmanes predominantemente del Medio Oriente más Afganistán. Así de profundamente arraigados están los problemas de Suecia; incluso esta autora, cuando analiza específicamente el problema de la delincuencia en Suecia, no se atreve a pronunciar las palabras "bandas musulmanas" para no ser acusada de racista. Así que ahora los ciudadanos de Suecia están hartos de su liderazgo liberal y socialista y han elegido un partido de derecha. Será interesante ver cómo se desarrolla todo esto.
T.H.
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Una silenciosa mayoría monárquica
El comentarista del Reino Unido Neil Oliver,-lea a continuación-, acertó cuando describió como la mayoría silenciosa a la inmensa multitud que vino de todas partes del Reino Unido para presentar sus últimos respetos a la reina Isabel.
Acertó también en que estaban allí para afirmar su apego a la tradición y las costumbres británicas y su afirmación silenciosa de que no quieren cambiar, como las oligarquías actuales nos están empujando a todos a hacer. El gran luto por la reina Isabel II es también el rechazo al Orden Mundial Único. Oliver no llegó a esta conclusión explícitamente, sino que la dejó implícita.
En lo que a mi juicio se equivocó completamente es que la asistencia popular a visitar por última vez el cuerpo de la Reina fue una manifestación de la soberanía democrática del pueblo. Y que a los monarcas les diga el pueblo lo que deben hacer. No lo es. Es más un signo de lo contrario.
Ese enorme sentimiento de duelo es/fue manifestación de los fieles súbditos de su admiración por una Reina por el ideal de superioridad que representaba para ellos. Estaban felices de ser inferiores y considerarla superior. Es una manifestación de amor por la jerarquía, amor por la superioridad de unos sobre otros y por la espléndida institución que Inglaterra generó a lo largo de su historia, de la que la Reina fue un digno símbolo.
Esta mayoría silenciosa que se presentó en Londres existe también en otros países, sin ocasión de manifestarse públicamente. Es esta mayoría silenciosa la que representa la parte sana de la opinión pública, que ha sido sofocada sistemáticamente por las direcciones político-económicas-científicas.
Todavía están vivos y venderán su piel por un precio mucho más alto de lo que imaginan los líderes. En este punto estoy de acuerdo con la advertencia final de Oliver para ellos.
En Cristo Jesús,
E.J.
Cuando Winston Churchill yacía en el Westminster Hall, en 1965, el periodista Vincent Mulchrone describió dos ríos que atravesaban Londres, uno lleno de gente, oscuro y silencioso como el Támesis nocturno.
Ahora, otro río de otras personas fluye a través de un Londres completamente diferente, todo el camino hasta el mismo Salón y, esta vez, el ataúd de la Reina. Westminster Hall todavía está allí. Gran Bretaña todavía está allí. Me he preguntado si es un atisbo, al menos en parte, de la mayoría silenciosa de la que tanto oímos hablar pero que rara vez vemos.
Sería un error generalizar, imaginar que podríamos conocer las motivaciones de cada persona en esa larga línea. Pero tanta gente moviéndose como una sola, en la misma dirección al mismo tiempo seguramente sugiere algo compartido. Mi corazonada, si sirve de algo, es que muchos también están afligidos por el fin del mundo en el que crecieron, un mundo de certezas duraderas, viejas certezas que también parecen haber muerto en algún momento de los últimos años.
Una y otra vez, la mayoría silenciosa, quienesquiera que sean, dondequiera que estén, parecen desafiar las expectativas, para disgusto y frustración de aquellos que desean simplemente desaparecer, de una vez por todas. Brexit desafió esas expectativas; también una mayoría de 80 escaños para los conservadores de Boris Johnson. La mayoría silenciosa no hará lo que se le ha dicho, eso está claro.
Son silenciosos, esa mayoría, pero todavía están allí, silenciosos sí, y obstinados también, y de vez en cuando se ponen de pie y exponen su punto de vista sobre lo que Gran Bretaña significa para ellos, de hecho, lo que quieren decir con Gran Bretaña y británico, y cómo quieren que sean las cosas. Digo que este es uno de esos tiempos, y lo que esas personas, al menos algunos de ellos, están dejando en claro, no con palabras, sino con hechos, es que quieren que las cosas sean como solían ser, y aún podrían y deberían ser.
He aquí, y dada la oportunidad, todo tipo de personas silenciosas, personas sin una plataforma desde la cual hablar, han demostrado lo que quieren decir, lo que dirían si tuvieran la oportunidad, con sus acciones tranquilas y respetuosas después de la muerte de la reina.
Una figura decorativa, alguien que había estado allí, ya sea en primer plano o en segundo plano, durante toda su vida, se había ido. Otra ausencia repentina más de una Gran Bretaña que se siente como si estuviera siendo desmantelada deliberadamente, desmantelada poco a poco a la manera de una antigua empresa familiar que es despojada de activos por todo lo que podría venderse a bajo precio.
Que miles y miles de esas personas hayan optado por hacer fila y ser parte del proceso de declaración de afecto, si no de amor, no solo por Isabel II sino por todo lo que representa la monarquía, dice algo profundo, algo que cualquier persona con algún sentido en absoluto hay que escuchar y comprender, y también respetar. Cualesquiera que sean los esfuerzos que se hagan para despojar a Gran Bretaña de lo británico, solo revelan otra capa más profunda de Gran Bretaña. Resulta que es Gran Bretaña hasta el final.
Esos miles se están despidiendo respetuosamente de la Reina, pero al participar en ese ritual de recuerdo -nadie hace rituales y remembransas mejor que los británicos- muchos al menos también podrían estar declarando, en voz alta y clara, que les importa profundamente más de la cuenta. Y lo que aparentemente les importa es la Gran Bretaña que han conocido y, lo que es mucho más importante, la Gran Bretaña que desean seguir conociendo.
La presión para aceptar el cambio está a nuestro alrededor, incesante e implacable. Entrega esto; olvida eso; toma esto en su lugar, lo quieras o no... el impulso es poderoso, pero también quizás más poderoso cuando finalmente importa, es la determinación de aguantar y ser lo que hemos sido durante un tiempo más largo del que cualquier persona viva pueda recordar. Hacer fila para hacer un recuerdo imborrable de la muerte de la Reina es, para muchos de los participantes, recordar quiénes somos, quiénes queremos seguir siendo.
Contra las expectativas de algunos, la muerte de Isabel II ha dejado claro y visible no lo que separa a los pueblos de los cuatro países del Reino Unido, sino los lazos que los unen. Aquellos que quisieran insistir en que la época de un Reino Unido, incluso una Gran Bretaña, tuvo su día, habrían hecho creer a todos que la masa de la población había superado conceptos como la monarquía constitucional.
Esos progresistas preferirían que Gran Bretaña no fuera gobernada por los molestos e independientes británicos, con sus tradiciones y sus antiguas leyes y costumbres, sino por burócratas no elegidos en otros lugares y que no respondieran ante nadie.
Los símbolos importan y el rey o la reina de una monarquía constitucional simboliza al pueblo. Todos somos individuos soberanos, y el monarca es el primer soberano entre iguales. Bajo los términos del juramento de coronación, el monarca promete defender al pueblo y el reino, para mantener seguras todas nuestras libertades esenciales como personas libres. Es un material potente y significativo. Vivimos en una monarquía constitucional: toda la pompa y el boato de los últimos días insisten en que lo hagamos. En formas que deberían importar, el monarca está ahí para proteger a la gente, a cada uno de nosotros, de las ambiciones de los políticos que están aquí hoy y mañana se han ido.
En una monarquía constitucional hay una verdad profunda y poderosa que hace que valga la pena tener por encima de todas las alternativas, es decir que al final es el pueblo de una verdadera monarquía constitucional el que gobierna el país. Protegido por un monarca constitucional que vive y encarna la realidad de su juramento de coronación, ninguna institución, ningún monarca, ningún parlamento, ningún poder judicial, ningún servicio civil, supera al pueblo. En pocas palabras, les decimos todo lo que deben hacer, y si están desempeñando sus papeles jurados y honestos como lo describe la constitución, se ponen de acuerdo y hacen lo que les hemos dicho que hagan.
Al final, cada uno de nosotros es responsable solo ante un jurado de nuestros pares, y todos y cada uno de los jurados también están facultados para juzgar la justicia misma de la ley.
En una monarquía constitucional, nosotros, el pueblo, tenemos todo el poder que necesitaremos para protegernos de todos y cada uno. Es la vivencia diaria de la constitución, no solo votar una vez cada cinco años, lo que manifiesta y, por lo tanto, hace real el verdadero poder de la democracia.
Este es un momento en nuestra historia, no se equivoquen. Veremos en los próximos días y semanas cómo se está configurando nuestro futuro.
Pero aquí está la cosa: en los últimos tiempos, los poderes fácticos parecían disfrutar diciéndonos que no es solo un cambio lo que se avecina, sino un dolor necesario. Si la gente debe tener frío y hambre, y llevar vidas más pequeñas y limitadas, que así sea, dijeron. Es por el bien mayor. Sin dolor no hay ganancia y todo eso. Pero como las cámaras del mundo dejaron claro para que todos lo vieran, la fila que avanzaba pacientemente hacia el ataúd de la reina y más allá de él no estaba formada por números sin rostro, engranajes en una máquina, sino por individuos únicos, uno tras otro en una procesión aparentemente interminable.
La gran mayoría estaban sin máscara, cada uno de ellos visible. El dolor no será sentido ni soportado por masas sin rostro, sino por esas personas individuales. En lugar de ocultarse fuera de la vista, como lo estuvieron durante meses de encierro, la gente de Gran Bretaña, la mayoría silenciosa entre ellos, estaba allí para ser vista, si no escuchada.
Al final, eso es lo que es Gran Bretaña, si es que es algo digno de ese nombre: millones de personas iguales, soberanas y libres que saben quiénes son y qué quieren. Los líderes mundiales descenderán en breve sobre Londres: líderes con una mentalidad demostrable para tomar y mantener un poder inimaginable sobre nuestras vidas. No habrá mejor momento para hacerse visible a esos líderes, para que miren a los ojos a un pueblo soberano.
Alguien, en algún lugar mejor está prestando atención.
El original aquí.
Este artículo fue publicado originalmente por TIA el 27 de septiembre de 2022.
Traducido al español y publicado por TIA Ecuador el 28 de septiembre de 2022.
Traducido al español y publicado por TIA Ecuador el 28 de septiembre de 2022.
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Las opiniones expresadas en esta sección - Lo que la gente está comentando - no expresan necesariamente las de TIA
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Re: Se jubila una 'sacerdotisa' suiza
Que la gracia y la paz sean vuestras en abundancia mediante el conocimiento de Dios y de Jesucristo Nuestro Señor.
¡San Martín, ruega por nosotros!
Pensé que ya no podría sorprenderme con el escándalo, pero luego leí tu publicación sobre la Iglesia de San Martín en Illnau-Effretikon, Suiza. ¡¡¡Perdónanos, oh Señor, por esta abominación!!!
Que Dios nunca más permita que ignoremos las lágrimas de nuestra Señora Inmaculada en La Salette y Knock.
Paz & alegría,
E.A.