NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SUCESO



En el año 1600, la Santísima Virgen, bajo la advocación del Buen Suceso, se apareció a una monja en el Convento de las Concepcionistas en Quito, la capital de Ecuador. La Virgen le dio importantes profecías sobre nuestro tiempo, describiendo la crisis que vendría en el siglo XX provocada por la decadencia moral del clero y la corrupción de las buenas costumbres en todo el mundo.

Ella anunció un castigo y una victoria, y dio una promesa: que acudiría en ayuda de todos aquellos que la invocaran bajo este título en aquellos tiempos calamitosos por venir. Esos tiempos son nuestros días.

El 5 de julio de 1941, Ecuador fue atacado por Perú. Perú tenía fuerzas y armas superiores, y en poco tiempo el ejército peruano casi había derrotado al ejército ecuatoriano. Ecuador corría el riesgo de desaparecer como nación.

Al darse cuenta de lo desesperada que era la situación, el Cardenal de Quito ordenó que se rezaran tres días seguidos ante todas las imágenes de la Virgen de esa ciudad. Entre ellos estaba la imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso.

El 27 de julio de 1941, alrededor de las 9 de la mañana, la imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso movía la mirada de arriba abajo, mirando primero al pueblo, luego al Cielo. Hizo esto repetidamente hasta las 3 de la mañana del día siguiente. Ese hecho fue presenciado por más de 30.000 quiteños, quienes acudieron a la iglesia para presenciar el milagro durante esos dos días. Este fue uno de los milagros más importantes del siglo XX.

Al día siguiente, 28 de julio, Perú detuvo inesperadamente su invasión y comenzó a retirarse de Ecuador. La guerra terminó y se firmó un armisticio. El clero y el pueblo se dieron cuenta que Nuestra Señora del Buen Suceso había intercedido ante Dios por ellos y salvó al Ecuador. Hoy, Ucrania -como Ecuador en 1941- ha sufrido una invasión injusta por parte de un país con armas y fuerzas muy superiores. Ahora es Ucrania la que está en peligro de desaparecer violentamente como nación.

Por lo tanto, nos dirigimos a Ti, oh Madre, y hacemos esta súplica:

Nuestra Señora del Buen Suceso, Ecuador fue salvada por un Arzobispo que llamó a tres días de oración y la gente que suplicaba incesantemente por Tu ayuda y misericordia. Mirando hacia atrás con confianza en ese misericordioso precedente, nos volvemos a Ti, terrible como un ejército en orden de batalla (terribilis ut castrorum acies ordinata), y Te suplicamos:

¡Nuestra Señora del Buen Suceso, salva a Ucrania!

Puede leer la historia completa aquí, aquí y aquí.




CARDENAL JOSYF SLIPYJ



El cardenal Josyf Slipyj (17 de febrero de 1893 - 7 de septiembre de 1984) fue el arzobispo mayor de la Iglesia católica griega de Ucrania.

En 1944, cuando la Unión Soviética invadió Ucrania, el Cardenal Josyf Slipyj expresó su rechazo y se enfrentó a los comunistas, liderando al pueblo católico en la defensa de su Nación contra la agresión comunista.

En 1945 fue arrestado por la NKVD (luego KGB) y sentenciado a trabajos forzados. Ese fue el comienzo de la estrategia comunista para destruir la Iglesia católica ucraniana. Luego vinieron las presiones para "convertirse" al cisma griego junto con el robo de las iglesias católicas y su entrega a los cismáticos y la reunión forzada de sus fieles con la Iglesia cismática, que fue y es manipulada por el Kremlin.

Mons. Slipyj rechazó cualquier oferta de apostasía, por lo que fue encarcelado durante 18 años en campos en Siberia y Mordovia (Dubravlag).

El pueblo de Ucrania hoy sigue el ejemplo del arzobispo Slipyj.

Tradition in Action reza para que los sufrimientos del arzobispo Slipyj no hayan sido en vano. Que Nuestra Señora del Buen Suceso dé al valiente pueblo ucraniano la victoria contra el invasor comunista y derrote al enemigo.