TIA responde:

J F.

Probablemente te refieres a un artículo en el que el Secretario de Estado del Vaticano Card. Pietro Parolin defiende la renovación del Acuerdo del Vaticano de 2018 con la China Comunista, que otorga el derecho a elegir obispos al Estado para la Asociación Patriótica China (CPA) controlada por el gobierno y abandona la Iglesia Subterránea leal a Roma. La renovación se anunció el 22 de octubre de 2020 y Card. Parolin defendió la acción afirmando la aprobación de Benedicto XVI.

Inicialmente debemos aclarar que nadie sabe realmente qué hay en este Acuerdo firmado hace dos años, ya que los detalles nunca se han publicado. No hemos visto ni texto ni firmas de funcionarios del Vaticano o comunistas. Lo mismo ocurrió con respecto a la anunciada renovación de ese Acuerdo: el texto del documento se mantuvo en secreto.

Con esta ausencia generalizada de documentos y firma, ¿por qué debería alguien pedir la firma de Benedicto dando su aprobación? No tiene sentido: si existiera, se mantendría en secreto.

Lo que sabemos: los resultados del Acuerdo

Lo que todos sabemos con certeza son los resultados del Acuerdo de 2018, que han sido tan desastrosos para la Iglesia Subterránea en China. Estas consecuencias han sido expuestas en artículos publicados en el sitio web de TIA de forma regular durante algunos años e informan lo siguiente:

• El acuerdo reconoció a todos los obispos ilegítimos de la CPA designados por el gobierno, incluidos algunos que están casados y tienen hijos, y solicitó la renuncia de varios obispos de la Iglesia Subterránea; (aquí y aquí)
  
  
• Una mayor persecución de la Iglesia Subterránea: Diariamente, sus obispos y sacerdotes eran arrestados para recibir adoctrinamiento para unirse a la CPA; (aquí y aquí)
  
  
• Se instalaron cámaras de vigilancia en todos los edificios religiosos, se sustituyeron crucifijos y estatuas por la bandera nacional, se destruyeron santuarios e iglesias y se prohibió el acceso a la misa a los menores. (aquí, aquí, aquí y aquí)
  
  
• Incluso las Escrituras fueron "reescritas", y modificados varios pasajes para favorecer la ideología y la agenda comunista. Por ejemplo, en el Cap. 8 de Juan, una mujer adúltera es llevada ante Cristo, quien dispersa a la multitud y le dice a la mujer: "Ve y no peques más". En la nueva versión comunista de China, Cristo dispersa a la multitud, pero le dice a la mujer que debe obedecer la ley del Estado y procede a apedrearla.

La clara consecuencia de este Acuerdo es que favorece a la CPA comunista y está desmantelando la Iglesia Subterránea. El régimen comunista desprecia a Roma y la auténtica fe católica, y pretende destruir lo que queda de la verdadera fe entre los fieles.

De hecho, la persecución a los católicos ha aumentado tanto que incluso el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo recientemente hizo objeciones a su renovación. Pompeo instó a Francisco, como jefe de la Iglesia Católica, a NO firmar la renovación y unirse a Estados Unidos para denunciar la represión de China contra las minorías religiosas y étnicas, principalmente católicos entre ellos.

Ahora bien, si Pompeo puede ver y abordar el problema, ¿por qué no puede Benedicto XVI? Sin embargo, estos últimos dos años no ha hecho la menor protesta frente a la creciente persecución de la Iglesia Subterránea por parte del tiránico gobierno chino. Qui tacet consentire videtur (quien calla, otorga) parece aplicarse aquí.

Obstinados Conservadores y tradicionalistas pro-Benedicto

El Cardenal Parolin, picado por la entrada del Secretario de Estado de los Estados Unidos en la refriega, se propuso defender el indefendible Acuerdo Vaticano-China en una conferencia sobre "Otra China: Tiempo de crisis, tiempo de cambio" en Milán.

Dado que no reveló los términos reales del Acuerdo y no puede discutir con los hechos, ya que incluso los órganos internacionales están condenando el aumento de la persecución de la religión en China, tuvo que adaptar otra táctica. Entonces, recurrió a un argumento emocional destinado a persuadir a los católicos conservadores: "El Papa Benedicto está de acuerdo, ¡así que deja de quejarte! "

De hecho, Parolin ha señalado correctamente algo que TIA ha estado diciendo (aquí y aquí) durante años: que todos los Papas desde Pío XII han seguido el camino del diálogo con la China comunista. Es difícil para mí entender por qué los católicos se niegan a ver estos compromisos que se han hecho durante años favoreciendo a la China comunista e ignorando a la Iglesia clandestina.

Es muy creíble que Benedicto XVI apruebe el Acuerdo ya que fue el Papa que publicó la desastrosa Carta a los católicos chinos en 2002. (aquí, aquí y aquí). Con esa Carta estaba echada la suerte para que la Iglesia Subterránea desapareciera, ya que Benedicto XVI revocó el privilegio de la Iglesia Subterránea de tener nuevos obispos independientes del gobierno.

Sin este privilegio, los obispos clandestinos simplemente están condenados a morir con el tiempo. Por primera vez, también, Benedicto XVI les dijo públicamente a los católicos clandestinos que deberían considerar las "dos" iglesias como una sola iglesia, y ayudar si fuera necesario en las misas en las iglesias de la CPA. La Carta incluía una petición para que la Iglesia Subterránea se registre con el gobierno civil y pidió a sus sacerdotes que concelebraron en las misas de la CPA.

Todo esto fue obra de Benedicto XVI. De hecho, fue el comienzo formal del fin de la Iglesia Subterránea.

Entonces, con respecto al reclamo de la aquiescencia de Benedicto al Acuerdo, tenemos dos hechos:

• La firma de Benedicto en su Carta a la Iglesia en China, prueba que Benedicto fue quien preparó el camino para el acuerdo Vaticano-China concertado por Francisco;
  
  
• Su silencio frente al reclamo del apoyo del Card. Parolin. Sería un asunto sencillo para el Papa Emérito expresar su desacuerdo, algo que no temió hacer en una biografía reciente co-firmada con Card. Sarah que sugirió que tenía posiciones contradictorias con el actual Papa sobre el celibato sacerdotal.
  
  Pero no ha habido ninguna protesta de Benedicto XVI sobre el Acuerdo con China desde la primera firma hace dos años. Como ocurre con todas las acciones y herejías de Francisco, Benedicto guarda silencio. Los únicos comentarios oficiales que hace son de apoyo total a las acciones de Francisco.

Desafortunadamente, estos hechos parecen pasar por alto muchos conservadores y tradicionalistas que se niegan a quitarse las gafas color de rosa que usan cuando miran al Papa Benedicto XVI.

Esperamos que estos comentarios respondan a su objeción.

     Cordialmente,

     Escritorio corresposal de TIA