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Danza africana invade iglesias y conventos

Jerusalema , una canción africana tocada al ritmo sensual de un calipso grosero, se ha apoderado del mundo desde octubre como un alivio momentáneo de los encierros del covid.

Inicialmente estrenándose en Sudáfrica, pronto comenzó a extenderse a Angola y luego a Portugal; a partir de ahí se convirtió en una moda internacional.

Como una esponja que se empapa de todo lo malo del mundo moderno, la Iglesia Conciliar está adoptando cada vez más su música y su danza, por inmorales que sean sus movimientos de vientre. (aquí - sea consciente de las actuaciones inmorales).

Arriba , se ve al arzobispo José Ulloa de Panamá bailando al ritmo de la jungla; debajo de la primera fila, los monjes y monjas franciscanos de Legnano, Italia, lo interpretan en la plaza pública; en la tercera fila, las Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús de Venezuela entran en la locura; quinta fila, un sacerdote lo prepara en la Catedral María, Reina del Mundo en Montreal, Canadá; séptima fila, un sacerdote animado en la iglesia St. Joseph, Hatifield, en la Arquidiócesis de Harare, Zimbabwe; En la novena fila, se celebró una misa de baile en el Convento de las Hermanas Misioneras Dominicas del Sagrado Corazón de Jesús en Zimbabwe.

En lugar de llevar los principios y buenas costumbres de la fe católica al mundo, la Iglesia Conciliar se está transformando en una institución subordinada que "bendice" las últimas tendencias y modas modernas en el mundo revolucionario en el que vivimos.

Italian Franciscans dancing to Jerusalema

Canadian priest in Montreal dancing to Jerusalema

Fotos tomadas de videos en YouTube

Este artículo fue publicado originalmente por TIA el 3 de enero de 2021.
Traducido y publicado en español por TIA Ecuador el 10 de enero de 2021.

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