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Parodia Homosexual Blasfema en los Juegos Olímpicos 2024
La inauguración de los Juegos Olímpicos en París el 26 de julio de 2024 fue una apoteosis de la propaganda homosexual. París fue presentada como “la ciudad del amor” y el único “amor” destacado fue el “amor” homosexual.De hecho, en primer lugar, el conjunto de los colores del arco iris se exhibió en varios sitios, como en la foto que se muestra en la primera fila.
En segundo lugar, la representación teatral destacada fue el episodio de dos jóvenes, segunda fila, que expresaron su amor mutuo y luego se encerraron en su dormitorio…
En tercer lugar, se organizó un desfile de moda para que las drag queens glorificaran su extravagancia antinatural, tercera y cuarta filas.
En cuarto lugar, el punto culminante del desfile de moda fue la pose de arriba, en la que un transexual con aureola está rodeado de otros degenerados, entre ellos un pedófilo con un niño. La escena, según todas las apariencias, era una parodia profana de la tradicional Última Cena, en la que los Apóstoles flanquean a Nuestro Señor Jesucristo en una mesa.
Esta parodia blasfema ha provocado un furor entre los católicos hasta el punto de que incluso los obispos franceses, normalmente complacientes con todo tipo de pecados homosexuales, emitieron una nota de protesta. En todo el mundo se ha escuchado el grito de blasfemia. Nosotros en TIA unimos nuestra voz a este clamor general y ofrecemos reparación por tan enorme ultraje a nuestra Santa Religión.
Creemos que el Papa Francisco tiene la obligación de emitir una condena solemne de esta blasfemia, si aún tiene una gota de amor por Cristo en su alma progresista.
Los directores de las Olimpiadas emitieron una nota de disculpa, afirmando que la representación de los homosexuales no pretendía ser la Última Cena, sino más bien una orgía dionisíaca.
No creemos esta historia, ya que el personaje central claramente lleva un halo. Ningún cuadro dionisíaco muestra figuras lascivas con halos. Los Juegos Olímpicos de 2024 siguen la misma agenda que otras inauguraciones pasadas, que incluye la promoción de lo oculto, las inmoralidades y los vicios contra la naturaleza, todo ello inclinado hacia el satanismo.
La excusa de la orgía dionisíaca, en nuestra opinión, fue solo una vía de escape lista para usar en caso de que la indignación pública se descontrolara.