San Simeón Estilitas, santo del 5 de enero.

El Santo del Día

San Simeón Estilita, 5 de enero

Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

Selección biográfica:

San Simeón Estilita

Estilita proviene de la palabra griega stylos , que significa pilar o columna. Fue en la cima de un pilar donde San Simeón pasó la mayor parte de su extraordinaria vida.

Simeón nació en Sisan cerca de la frontera norte de Siria y comenzó su vida como pastor del rebaño de ovejas de su padre. Cuando tenía apenas 13 años, escuchó el pasaje del Evangelio: “Bienaventurados los que lloran; Bienaventurados los limpios de corazón". Fue a ver a un anciano sabio y le preguntó el significado de estas palabras. Le explicó al niño que la felicidad eterna solo se puede lograr con sufrimiento, y que la soledad es la forma más segura de alcanzarla. Impresionado con esta explicación, el joven se unió a unos ermitaños que vivían en un monasterio cercano.

Sin embargo, después de algunos años en diferentes monasterios, se retiró para vivir solo y evitar a los numerosos visitantes que lo buscaban constantemente. Decidió instalar su morada en lo alto de un pilar. Allí permaneció la mayor parte del tiempo de pie, expuesto a las inclemencias del tiempo y absorto en una oración continua. Murió en el 459 a los 69 años, habiendo vivido 36 años de su vida en lo alto de diferentes pilares.

Comentarios del Prof. Plinio:

La vida de San Simeón Estilita es uno de esos hechos maravillosos que sucedieron en los primeros siglos de la vida de la Iglesia. Constituyeron una manifestación de la atmósfera sobrenatural comunicada directamente por Nuestro Señor cuando estuvo presente en la tierra. Aquellos primeros siglos aún reflejaban el efecto incomparable de su presencia y por eso fueron testigos de gracias extraordinarias. Considero la vida de San Simeón y su especial vocación una de estas manifestaciones.

Después de la muerte de Simeón, los peregrinos continuaron acudiendo a su pilar. En 472 se construyó una gran basílica en Siria. Sus ruinas aún permanecen hoy ( arriba ) con lo que queda del pilar ( debajo ).
con lo que queda del pilar (abajo).

Su vida fue excepcional desde muchos puntos de vista. En realidad, pararse como él en la cima de un pilar es hacerse una especie de estatua. Es una posición que a muchas personas orgullosas les gustaría asumir para ser admiradas. Pero este no fue el caso de San Simeón, quien huyó del monasterio para evitar a los numerosos e inoportunos visitantes que lo buscaban.

Puede ver que su vida fuera inspirada por una gracia extraordinaria. Fue una gracia de una contemplación continua y abierta de Dios. Su vida estuvo completamente expuesta, casi sin un momento de privacidad. Era accesible a la mirada de cualquiera que quisiera observarlo y comprobar su actitud. El texto nos dice que casi nunca dejó de orar. Para esos pueblos orientales, y también para todos nosotros después de que su fama se extendió por todo el mundo, su vida representa una invitación irresistible a orar y considerar la importancia de la oración, la importancia de la vida sobrenatural. Invitó a muchos otros a buscar la soledad y abandonar las cosas terrenales.

Sobre este aislamiento, me gustaría decir una palabra. En tiempos pasados, la soledad fue muy admirada y alabada. San Bernardo solía decir: O, beata solitudo; ¡Oh, sola beatitudo! “¡Oh, feliz soledad! ¡Oh, solo felicidad! " Una persona solo puede ser verdaderamente feliz cuando se aleja del mundo. Se podría decir que un indicador para mostrar el valor de una civilización es el gusto de su gente por una vida en soledad.

El hombre moderno intenta escapar del silencio y la soledad. Le gusta estar con otros todo el día. Cuando está solo, rompe la soledad encendiendo la radio, la televisión o algún otro medio similar. Su casa no es un lugar para recordar, sino simplemente un lugar para comer, beber, dormir y detenerse antes de salir corriendo.

La idea de estar solo y pensar - porque cuando uno está aislado y en silencio, uno piensa - solo es bienvenida en civilizaciones que tienen valor. Considere, por ejemplo, el antiguo Japón. Conocí a un almirante japonés católico que me dijo que cuando aparecieron los primeros trapenses en Japón, su forma de vida despertó el entusiasmo entre la gente. Muchos querían entrar al monasterio trapense incluso sin ser católicos, porque les gustaba estar solos y pensar.

La iglesia siempre alabó la soledad y el silencio como un medio para acercarse a Nuestro Señor y Nuestra Señora.

Cuando alguien está aislado, su tendencia natural es la seriedad. El hombre aislado y silencioso suele ser serio. Se da cuenta de que esto le permite una unión más estrecha con Nuestro Señor y Nuestra Señora. Muchas veces la Virgen elige a personas alejadas de los demás y las llama a una vocación superior. Otras veces, ella permite que alguien se aísle para que pierda su apego a las cosas terrenales y las amistades mundanas. Es una oportunidad de oro para ser más humilde, distanciarse del mundo y adquirir un espíritu más noble y elevado. Estos son algunos de los buenos frutos de la soledad.

También hay otro tipo de aislamiento que ocurre a menudo. Es el de la persona que no cabe en el mundo. Esta persona es incomprendida y no es bien aceptada por sus familiares, conocidos y colegas, y por lo tanto se aísla. Puede quejarse de que su situación es injusta, etc. Bien puede ser, pero no es el problema que estamos analizando aquí. Muy a menudo, una persona así no ve que este aislamiento involuntario puede ser un regalo que Nuestra Señora le está dando como una invitación a unirse más con ella.

Me parece que hoy las almas que verdaderamente son las almas de Nuestra Señora están aisladas. Cuando te acercas a una persona así, es amable, pero incluso entonces notas que una parte superior de su alma mantiene una reserva silenciosa y misteriosa, porque tiene una zona de intimidad con Nuestra Señora. Esta parte de su alma actúa como una especie de santuario interior que es lo más preciado que tiene.

Por lo tanto, la soledad tiene muchas ventajas y varios tipos de aislamiento que pueden producir un extraordinario buen fruto para el alma.

San Simeón tenía la misión de mostrar a toda la Iglesia el valor de la soledad y el aislamiento. Pidámosle que nos ayude a comprender y gustar ese tipo de posición espiritual para que seamos serios y logremos la unión que estamos llamados a tener con Nuestro Señor y Nuestra Señora.


Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

El Santo del día Las características más destacadas de la vida de los santos se basan en los comentarios realizados por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, quien solía hacer charlas similares para los chicos de su colegio, cada tarde era la costumbre del profesor Plinio hacer un breve comentario sobre las vidas del santo del día siguiente en una reunión para jóvenes con el fin de alentarlos en la práctica de la virtud y el amor por la Iglesia Católica. TIA pensó que sus lectores podrían beneficiarse de estos valiosos comentarios.

Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siguiendo el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.