San Juan el Evangelista, Santo del 27 de diciembre

El Santo del Día

San Juan Evangelista – 27 de diciembre

Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

Selección biográfica:

Después del martirio, el sacrificio más noble y valiente que se puede hacer a Dios es el de la virginidad y la castidad. Por eso el calendario litúrgico eligió el primer día después de Navidad para celebrar el martirio de San Esteban, modelo de los mártires, y el segundo día, el 27 de diciembre, para celebrar la fiesta de San Juan, modelo de los vírgenes.

San Juan el Evangelista
Andrea del Castagno

San Juan era de la familia de David y, por tanto, miembro de la familia de la Santísima Virgen; era pariente de Nuestro Señor de carne. Mientras que los demás eran Apóstoles y Discípulos, él era el Amigo de Nuestro Señor. Esta predilección se debía a su virginidad.

Él era, según el Evangelio, el discípulo que amaba Jesús. Esta simple frase es suficiente para darle gloria. Este amor fue para San Juan el punto de partida de los otros dones que recibió. Fue, por ejemplo, el primer defensor del Verbo Divino, el Hijo como co-sustancial al Padre, que estaba siendo negado por una herejía. Las enseñanzas de San Juan sobre este punto se elevan a las alturas del Divino Sol, como un águila que vuela hacia la estrella resplandeciente.

Si el rostro de Moisés brillaba con luz después de hablar con Dios, cuánto más brillante y resplandeciente habría sido el rostro de San Juan después de que reclinó su cabeza sobre el Corazón de Jesús, donde recibió tesoros secretos de sabiduría y ciencia.

Cristo era el hijo de María. Cuando murió, Jesús dejó a María en manos de San Juan. ¿Quién podría merecer tal legado? El Salvador podría haber dejado el cuidado de la Santísima Virgen a los ángeles. Pero desde lo alto de la Cruz vio a su discípulo virgen, y su castidad lo hizo digno de tan inestimable tesoro. El hermoso comentario de San Pedro Damián lo describe muy bien: "Pedro recibió a la Iglesia, la Madre de los hombres, como su herencia, pero Juan recibió a María, la Madre de Dios".

Comentarios del Prof. Plinio:

Hay muchos pensamientos profundos en esta selección basada en Dom Gueranger. No comentaré todos, sino solo algunos puntos.

El águila, que se cree que mira directamente a la luz del sol, es el símbolo de San Juan.

Primero,es muy cierto que el sacrificio de la virginidad, la oblación de la castidad, agrada tanto a Dios que sólo es superado por el martirio. Esto se debe a que confiere al alma una afinidad especial con Dios. Si bien la castidad es una virtud que pertenece al cuerpo, es principalmente una virtud del espíritu que rechaza lo sórdido y deja al alma libre para volar en el reino del espíritu.

Representa una victoria de lo espiritual sobre lo material que ennoblece y acrecienta la dignidad de la criatura humana, otorgándole una mayor afinidad con Dios. Por eso nuestro Señor amaba a San Juan. Se le recuerda como el discípulo que amaba Jesús. Los demás eran Apóstoles y Discípulos, pero él era el Amigo, lo que significa que era el más cercano a Él, aquel a quien Nuestro Señor honraba con gran confianza e intimidad. Nuestro Señor tenía un aprecio por él que no tenía por los demás.

Un episodio de la Última Cena es muy característico a este respecto. San Pedro quería saber cuál de ellos traicionaría a Nuestro Señor después de que Él les dijera que esto sucedería. Entonces, San Pedro le pidió a San Juan que hiciera la pregunta. San Pedro no pudo preguntar directamente a Nuestro Señor y fue a San Juan como mediador.

Este último apoyó la cabeza sobre el pecho de Jesús y le preguntó. Ves aquí una alusión a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. San Juan con la oreja en el Cofre Divino escuchó latir el Corazón de Jesús. Él entendió esas pulsaciones no solo como una manifestación de amor a la humanidad, sino también de angustia y dolor porque la Pasión se acercaba.

Virgen y el Niño con San Pedro y San Juan Evangelista -Nardo di Cione, Florencia, siglo XIV

Por tanto, San Juan aparece como un alma virgen especialmente cercana a Nuestro Señor y muy devota del Sagrado Corazón de Jesús.

Segundo , otro don indiscutiblemente incomparable es el de recibir a Nuestra Señora como Madre. Cuando estaba muriendo, Nuestro Señor dejó este tesoro invaluable, Nuestra Señora, a Su amigo y Discípulo favorito. Recibir a Nuestra Señora es recibir a la Reina del Cielo y la Tierra, la primera entre las criaturas después de Cristo. Recibir a Nuestra Señora es recibir todo lo que Dios puede dar a un hombre. No podía dar nada más grande que eso.

Aquí hay, entonces, otra manifestación del amor que Dios tiene por las almas vírgenes. Nuestra Señora era una virgen - una virgen que dio a luz a un Hijo virgen, quien a Su muerte la dio a un amigo, el discípulo virgen que era San Juan.

Tercero , como verdadero contrarrevolucionario, Dom Guéranger entendió bien que no se podía esbozar una imagen completa de San Juan sin mencionar que fue uno de los primeros luchadores contra la herejía. La primera herejía que ya comenzaba en ese momento se refería a la naturaleza humana y divina de Nuestro Señor Jesucristo. San Juan comenzó a luchar contra esos herejes tan pronto como aparecieron. Fue, por tanto, un precursor de todos aquellos combatientes de la Fe Católica que existirían hasta el fin de los tiempos, hasta el momento en que Elías y Enoc volverán a luchar contra el Anticristo.

Tenemos, por tanto, amplias peticiones para presentar a San Juan en nuestras oraciones. Debemos pedirle que nos ayude a adquirir las mismas cualidades de alma que él tenía para recibir la recompensa que le fue otorgada: tener a Nuestra Señora siempre con nosotros.


Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

El Santo del día Las características más destacadas de la vida de los santos se basan en los comentarios realizados por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, quien solía hacer charlas similares para los chicos de su colegio, cada tarde era la costumbre del profesor Plinio hacer un breve comentario sobre las vidas del santo del día siguiente en una reunión para jóvenes con el fin de alentarlos en la práctica de la virtud y el amor por la Iglesia Católica. TIA pensó que sus lectores podrían beneficiarse de estos valiosos comentarios.

Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siguiendo el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.