Papa San Gregorio II - Santo 13 de febrero

El Santo del Día

Papa San Gregorio II - 13 de febrero

Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

Selección biográfica:

San Gregorio II fue Papa desde 715 hasta 731. Aquí hay un extracto de una de sus cartas al Emperador del Imperio Romano de Oriente, León III el Isauriano, quien se convirtió en iconoclasta y emitió un decreto imperial que prohibía el uso de imágenes sagradas:

Gregorio II de un manuscrito florentino,
Siglo XV

“Los piadosos emperadores se sometieron a los pontífices de la Iglesia y nunca los deshonraron. Tú, por el contrario, desde el día en que apostataste de la Fe, incurriendo en la misma maldición que [en cartas anteriores] hiciste contra los que persiguen a los ministros sagrados y condenándote por tu propio decreto, te has apartado del Espíritu Santo. y nos persigues y tiranizas con tus soldados y tus armas terrenales. No tenemos armas ni ejércitos, pero invocamos al Rey de todo el Universo, Cristo, que está sentado en el Cielo sobre todos los poderes y ejércitos celestiales, para entregaros a Satanás, como dice el Apóstol, en la carne y el espíritu. .

“Viajamos al lejano Oriente para ayudar a quienes piden el bautismo. Ya les había enviado obispos y sacerdotes de mi Iglesia. Los príncipes de esos lugares aún no han sido lavados en las aguas del Bautismo y me han elegido como padrino. Por lo tanto, debemos ponernos en camino, temerosos de que algún día Dios nos pida cuentas por nuestra negligencia.

“Ruego a Dios que te dé prudencia y arrepentimiento para que regreses a la verdad que dejaste y traigas a la gente al seno de la Iglesia Católica”.

Comentarios del Prof. Plinio:

¡Esta carta es grandiosa! Lo que me entusiasma es su lenguaje militante en oposición al del falso ecumenismo actual. El Papa dice estas verdades al Emperador hereje como a una persona casi sin posibilidad de salvación.

Moneda del siglo VIII con la impresión
del emperador hereje León III el Isauriano

Muestra el lenguaje que un Papa santo debe usar en sus relaciones con un hereje. Sabía que el Emperador había seguido a la Iglesia una vez, pero se había convertido en un hereje.

Parece que él sabía incluso la fecha en que sucedió, porque escribió: “El día en que apostataste de la fe...” Es un lenguaje soberbio, todo lo contrario del falso ecumenismo que presenciamos hoy. Un ecumenista diría: “El día en que fuiste desviado por otra parte de la verdad evangélica, que quizás hayas olvidado...” Pero un verdadero santo no duda en decirle a un poderoso herético, a un Emperador: “Apostataste".

San Gregorio II continuó: "Ese día incurriste en la maldición que has cometido". Es un magnífico discurso militante, nuevamente diametralmente opuesto al del seudoecumenismo actual. Hoy, el ecumenista diría: “En su búsqueda de la verdad, negó que Cristo es Dios. ¡Oh, los diferentes cursos del razonamiento humano! Pero sé que lo hizo de buena fe".

Por el contrario, el lenguaje de San Gregorio II no podría ser más apropiado para denunciar los errores de tan falso ecumenismo. Escribió al Emperador: "El día en que te separaste del Espíritu Santo". Nadie puede hacer una acusación más fuerte que esta. Nada es peor que apartarse del Espíritu Santo, porque los pecados contra el Espíritu Santo son imperdonables. Desde Juan XXIII, este lenguaje ha sido abandonado porque el progresismo quiere acabar con la militancia de la Iglesia católica.

Otra actitud anti-falso-ecumenista se puede ver en cómo el Papa reconoció que no tenía armas y ejércitos, pero en lugar de derramar lágrimas y lamentos, reaccionó ejerciendo sus poderes espirituales: maldijo al emperador hereje. "No tenemos ejércitos", dijo, "pero apelamos a Cristo, que está sentado en el cielo sobre todos los poderes y ejércitos celestiales, para que los entregue a Satanás". Este lenguaje indica un clima bastante diferente al pseudoecumenista que domina hoy. Refleja la santa militancia que siempre ha caracterizado a la Iglesia católica. Para aquellos que puedan estar contaminados por el virus del falso ecumenismo, es bueno recordar que el Papa Gregorio II es un santo.

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Luego escribe que irá a visitar a los fieles Príncipes que quieran recibir el Bautismo teniéndolo a él como su padrino. Es una manera de decirle a León el Isauriano: “Tengo quienes escuchan la llamada de la gracia y son fieles. Dirigiré mi atención hacia ellos, porque no hay nada más que hacer contigo". Él hace lo que Nuestro Señor nos ordenó hacer: cortar el miembro putrefacto del cuerpo y cuidar a los sanos.

Termina su carta con estas palabras: “Ruego a Dios que te dé prudencia y arrepentimiento para que regreses a la verdad que dejaste y lleves al pueblo al seno de la Iglesia Católica”. En efecto, está diciendo que lo único que puede unir a estos dos hombres es la conversión del Emperador a la Iglesia Católica.

Hoy se diría: “Somos hermanos separados. Ya no compartimos las mismas ideas, pero seguimos siendo de un solo corazón". En esta nueva Iglesia ya no hay oposición entre verdad y error, mal y bien; en cambio, opera sobre la falsa presuposición de que el bien y el mal pueden vivir juntos y unirse en una causa común. Es lo opuesto a la doctrina católica, lo opuesto a la actitud de los santos.

Alguien podría objetar estos comentarios: “Pero así era en el pasado. ¡Hoy la doctrina católica ha cambiado! " Yo respondería: No, la Escritura dice que la palabra de Dios permanece igual para siempre. Lo que estuvo mal ayer está mal hoy y estará mal para siempre. Dios no cambia, ni la doctrina católica.

Pidamos a san Gregorio II que nos dé su combatividad, su discernimiento entre la verdad y el error, el bien y el mal, que es consecuencia del espíritu de fe, y una completa oposición al relativismo religioso actual.


Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

El Santo del día Las características más destacadas de la vida de los santos se basan en los comentarios realizados por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, quien solía hacer charlas similares para los chicos de su colegio, cada tarde era la costumbre del profesor Plinio hacer un breve comentario sobre las vidas del santo del día siguiente en una reunión para jóvenes con el fin de alentarlos en la práctica de la virtud y el amor por la Iglesia Católica. TIA pensó que sus lectores podrían beneficiarse de estos valiosos comentarios.

Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siguiendo el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.