San Matías Apóstol, Santo del 24 de febrero

El Santo del Día

San Matías Apóstol - 24 de febrero

Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

Selección biográfica:

San matías

Matías fue uno de los 72 discípulos de Nuestro Señor; fue elegido para reemplazar a Judas Iscariote en el Colegio de los Doce Apóstoles. No hay mucha información sobre él.

Según una tradición griega, predicó el Evangelio en Capadocia y en las regiones que bordean el Mar Caspio. La tradición nos dice que sufrió el martirio en la actual Etiopía, donde fue apedreado y luego decapitado.

Clemente de Alejandría conservó algunas partes de su doctrina. Esta frase se atribuye al Apóstol:

“Debemos combatir la carne, aprovechando las ventajas que podamos sin darle delicias culpables. En cuanto al alma, debemos desarrollarla a través de la inteligencia y la fe”.

Comentarios del Prof. Plinio:

Podemos imaginar lo que fue, o lo que pudo haber sido la vida de San Matías. Hay muchas personas en el Evangelio de las que se habla poco. Sin embargo, al examinar la naturaleza de la misión de la persona, podemos reconstituir su personalidad. Entonces, lo poco que se dice de ellos nos invita a componer su personalidad.

Los Apóstoles echaron suertes para elegir el reemplazo de Judas

El ejemplo más ilustre de esto es San José. Casi no se dice nada sobre él. Sin embargo, conocemos su misión y sabemos que la cumplió con éxito. Esencialmente lo que nos dice el Evangelio es que era un hombre justo, nada más. Pero hay mil cosas que podemos vislumbrar sobre San José por el hecho de que fue elegido para ser el digno Esposo de Nuestra Señora. Podemos entender, por tanto, mucho de él, aunque el Evangelio calla.

Se puede hacer un boceto análogo de San Matías. El Colegio Apostólico sufrió un duro golpe con la traición de Judas. Fue, quizás, el golpe más significativo recibido por la Iglesia Católica a lo largo de los siglos. El lugar de Judas quedó vacío. Era necesario reemplazarlo por alguien que, por su virtud, reparara a la Justicia Divina por el pecado y el mal cometido por Judas. Este nuevo Apóstol necesitaba ser excelente en la misma línea en la que Judas era malo; debería ser el anti-Judas. Debería ser admirable y loable en esos mismos puntos en los que Judas era execrable y abominable. Entonces, para lograr este contraste, debemos imaginar a San Matías como el Apóstol del desprendimiento de los bienes materiales, el Apóstol de la honestidad y la lealtad. Considerarlo en oposición a Judas revela algunos aspectos de su misión y de su carácter.

Dejó una hermosa declaración sobre el tipo de combate que debemos hacer contra los vicios de la carne. Dice que debemos aprovechar las tendencias correctas de la carne y evitar hacer concesiones a lo malo. Es una consideración que se aplica principalmente al laico católico que ha vuelto a una vida normal en el mundo. No está llamado a llevar la vida de un hombre religioso austero, sino a disfrutar de los placeres honestos de la vida, sin concesiones deshonestas.

Estatua en la Abadía de San Matías en Trier, donde se guardan las reliquias del Apóstol

Estas palabras traducen lo que San Matías vio en el ejemplo de su Divino Maestro. De hecho, Nuestro Señor solía ir a banquetes refinados como en las bodas de Canaán o en la casa de Lázaro, o en la Última Cena. También se complació con el exquisito perfume que María Magdalena derramó en Sus pies. Él participó de estos placeres, por supuesto, con extrema templanza, dando a cada uno el lugar correcto que merecía para la gloria de Dios, sin ninguna concesión al mal. Es decir, las palabras de San Matías describen el comportamiento de Nuestro Señor ante la vida. Proporciona una muy buena orientación para los católicos.

En esta actitud equilibrada hacia la vida que nos aconseja San Matías, también podemos ver lo contrario de Judas, que tenía un deseo desequilibrado de dinero, una fuerte avaricia. Al ceder a este vicio, se convirtió en ladrón, robando dinero destinado a Nuestro Señor y los Apóstoles así como a los pobres. Este vicio llegó a inducirlo a vender a su Señor y a su Dios por treinta monedas de plata. Este es un ejemplo que nos muestra la vocación de San Matías frente a las acciones de Judas.

No da una imagen completa de su vida, pero traspasa el velo de silencio que lo rodea. Sólo en el Juicio Final sabremos cómo cumplió plenamente su vocación, que ante Dios borró la mancha dejada por Judas en la Iglesia primitiva.

Pidamos a San Matías que interceda por nosotros y nos dé lealtad, honestidad, desapego y equilibrio ante los sufrimientos y placeres de la vida.


Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

El Santo del día Las características más destacadas de la vida de los santos se basan en los comentarios realizados por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, quien solía hacer charlas similares para los chicos de su colegio, cada tarde era la costumbre del profesor Plinio hacer un breve comentario sobre las vidas del santo del día siguiente en una reunión para jóvenes con el fin de alentarlos en la práctica de la virtud y el amor por la Iglesia Católica. TIA pensó que sus lectores podrían beneficiarse de estos valiosos comentarios.

Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siguiendo el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.