El Santo del Día
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Santa Gema Galgani - 11 de abril
Comentarios del Prof. Plinio:
La imagen que vemos es de Santa Gemma Galgani (1878-1903), quien se hizo conocida por las sublimes visiones y revelaciones que Dios le concedió. Ella era italiana y vivía en la ciudad de Lucca.
Perteneció a la Tercera Orden de los Pasionistas. La Tercera Orden es una asociación de laicos en la que incluso las personas casadas pueden participar sin entrar en el estado religioso. Sus miembros no viven en una casa religiosa, sino en el mundo, donde tratan de vivir una vida edificante y piadosa.
Su fisonomía es impresionante. Impresiona por la armonía de sus rasgos y por la profundidad de reflexión que expresa. Vemos que hay algo en su mirada que se dirige hacia un punto muy alto, hacia arriba. Sus pensamientos no son de esta tierra. En su rostro hay algo celestial.
Es notable la altivez y la pureza angelical de su figura. Estas cualidades se notan por la forma en que sostiene la cabeza, majestuosa pero sin pretensiones.
Ella no usa ningún adorno. Su cabello está bastante arreglado, pero sin demasiado cuidado. Aunque está muy limpia, no notamos nada que revele las ganas de embellecerse.
Su ropa es negra y sencilla. Sin embargo, Santa Gema revela una dignidad extraordinaria que acompaña a su pureza virginal, que se nota en algo impalpable que brilla en su piel. Diríamos que su piel, así como su mirada, tiene una cualidad luminosa. Esta mirada revela una total rectitud. Es la mirada de una mística absorta en lo que ve, y en ella podemos vislumbrar lo que ve.
Su fisonomía también manifiesta la virtud de la fortaleza. ¡Quiere lo que hace porque la Fe le ordena que lo quiera! ¿Y ella que quiere? Es servir a Dios, Nuestra Señora y la Iglesia Católica. Ella sigue este curso a pesar de todos los obstáculos. ¡Y su decisión es inquebrantable!
Ella es una representación física de la Mujer Fuerte descrita en las Sagradas Escrituras cuyo valor no tiene precio. Vale la pena ir a los confines del universo para encontrarla, como si fuera una joya preciosa.
De Catolicismo, agosto de 1999, n. 583
El Santo del día
Las características más destacadas de la vida de los santos se basan en los comentarios realizados por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, quien solía hacer charlas similares para los chicos de su colegio, cada tarde era la costumbre del profesor Plinio hacer un breve comentario sobre las vidas del santo del día siguiente en una reunión para jóvenes con el fin de alentarlos en la práctica de la virtud y el amor por la Iglesia Católica. TIA pensó que sus lectores podrían beneficiarse de estos valiosos comentarios.
Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siguiendo el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.
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La imagen que vemos es de Santa Gemma Galgani (1878-1903), quien se hizo conocida por las sublimes visiones y revelaciones que Dios le concedió. Ella era italiana y vivía en la ciudad de Lucca.
Perteneció a la Tercera Orden de los Pasionistas. La Tercera Orden es una asociación de laicos en la que incluso las personas casadas pueden participar sin entrar en el estado religioso. Sus miembros no viven en una casa religiosa, sino en el mundo, donde tratan de vivir una vida edificante y piadosa.
Santa Gema Galgani (1878-1913)
Es notable la altivez y la pureza angelical de su figura. Estas cualidades se notan por la forma en que sostiene la cabeza, majestuosa pero sin pretensiones.
Ella no usa ningún adorno. Su cabello está bastante arreglado, pero sin demasiado cuidado. Aunque está muy limpia, no notamos nada que revele las ganas de embellecerse.
Su ropa es negra y sencilla. Sin embargo, Santa Gema revela una dignidad extraordinaria que acompaña a su pureza virginal, que se nota en algo impalpable que brilla en su piel. Diríamos que su piel, así como su mirada, tiene una cualidad luminosa. Esta mirada revela una total rectitud. Es la mirada de una mística absorta en lo que ve, y en ella podemos vislumbrar lo que ve.
Su fisonomía también manifiesta la virtud de la fortaleza. ¡Quiere lo que hace porque la Fe le ordena que lo quiera! ¿Y ella que quiere? Es servir a Dios, Nuestra Señora y la Iglesia Católica. Ella sigue este curso a pesar de todos los obstáculos. ¡Y su decisión es inquebrantable!
Ella es una representación física de la Mujer Fuerte descrita en las Sagradas Escrituras cuyo valor no tiene precio. Vale la pena ir a los confines del universo para encontrarla, como si fuera una joya preciosa.
De Catolicismo, agosto de 1999, n. 583
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Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siguiendo el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.