Fiestas de Nuestra Señora

Memorial del
Sabio e Inmaculado Corazón de María
12 de junio

Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

Pueden notar que agregamos el adjetivo “sabio” a la expresión Inmaculado Corazón de María: Es el Sabio e Inmaculado Corazón de María. ¿Cuál es el motivo de esta devoción? ¿Por qué hablamos del Sabio Corazón de María?

El Inmaculado Corazón de María
la eleva por encima de todos los malos impulsos

Se ha dicho tanto sobre el Inmaculado Corazón de María que solo diré unas breves palabras al respecto.

Nuestra Señora, como saben, fue concebida sin pecado original, y su Corazón – que es el símbolo de su alma, su santidad, las reflexiones de su mente – es Inmaculado porque Ella es Inmaculada. Todo lo que viene de una persona inmaculada no tiene mancha.

Cuando decimos que su Corazón es Inmaculado, estamos señalando la abismal diferencia entre Ella y nosotros. Somos concebidos con Pecado Original y, por eso, por mucho que se ascienda en la vida espiritual, siempre tenemos malos impulsos. Incluso si pudiéramos combatir estos impulsos y conquistarlos, siempre estarían presentes.

Con Nuestra Señora esto no sucedió. En Ella ningún impulso era malo; todos sus impulsos se conformaron a la razón y todos los movimientos de su razón fueron inspirados por la gracia. Así, en Ella todo era armónico, perfecto y volcado hacia el bien. Cuando hablamos del Inmaculado Corazón de María queremos expresar este hecho: tenía tanta pureza que no tenía la menor inclinación o tendencia hacia el mal en cuanto a la castidad o cualquier otra virtud.

La virtud de la sabiduría

¿Qué es la sabiduría del Corazón de María? Evidentemente, un corazón sabio está lleno de sabiduría. ¿Qué significa decir que el Inmaculado Corazón de María es un Corazón Sabio?

La virtud de la sabiduría nos hace ver las cosas desde sus aspectos más elevados y, por eso, nos hace ver en las cosas una unidad maravillosa. Dado que el mundo está organizado en forma de pirámide, cuanto más analizamos el universo desde sus aspectos elevados, más se unen nuestras consideraciones hasta llegar a un punto último, que es el Ser Absoluto.

Este último punto es una reflexión sobre Dios, el Ser infinito, perfecto y eterno, que nunca puede tener fin ni sufrir alteración alguna, que es perfecto en Sí mismo y no necesita de otro; y quien es el Creador, Modelo y Fin de todo.

La virtud de la Sabiduría permite al hombre
Encontrar lo divino en todas las cosas.

La consideración de las cosas desde su aspecto deiforme, es decir, cómo representan y sirven a Dios, es una consideración que conduce a la mente a una unidad admirable y una coherencia extraordinaria sin contradicciones, laceraciones o vacilaciones. En cambio, el alma avanza con certeza, fe, convicción y firmeza que fluyen de los primeros principios elevados y toca incluso las cosas más pequeñas.

Ésta es la fisonomía moral del hombre verdaderamente católico: es coherente en todo lo que hace porque todo en él es fruto de los pensamientos más elevados, es decir, un pensamiento anclado en Dios Nuestro Señor.

La sabiduría como virtud de la inteligencia es esto. Y como virtud de la voluntad, es la firme disposición a seguir a la inteligencia en lo que sabe y nos muestra. Por tanto, es cumplir inquebrantablemente y con firmeza lo que es nuestro deber.

Así, un alma sabia está formada por un entendimiento regiamente límpido, lúcido y coherente porque se basa en la convicción de la existencia de Dios y está llena de lo sobrenatural; a esto se suma una voluntad fuerte, firme e inquebrantable, constantemente orientada hacia su Fin y la jerarquía coronada por este Fin. Eso es lo que es un sabio.

La sabiduría del Corazón de María

Esta virtud de la sabiduría contiene todas las virtudes; es la virtud que corresponde al Primer Mandamiento. Cuando el Decálogo nos dice “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu entendimiento, etc.” este Mandamiento nos instruye a ser sabios. Nuestra Señora siguió este Mandamiento a la perfección.

Su Corazón, es decir, su alma, su mente, era majestuosamente elevado, serio, grandioso y profundo porque era sabia. Ella era el Vaso de Elección sobre el cual descendió el Espíritu Santo para hacer un casamiento casto con ella y engendrar a Nuestro Señor.

Una de las pocas referencias del Evangelio a Nuestra Señora es El Magnificat, que es una verdadera maravilla de la sabiduría.

Magnificat: Ejemplo de oración contrarrevolucionaria

En otra ocasión hice un análisis del Magnificat y no es el caso de repetirlo aquí. Sin embargo, me gustaría mostrar la sabiduría contenida en esa primera palabra. "Magnificat... Magnificat significa exaltar, magnificar, engrandecer. Magnificat anima mea Dominum significa "mi alma engrandece al Señor" o en otras palabras: "Mi alma está embelesada con la grandeza de Mi Señor, adora a Mi Señor en Su perfecta e insondable grandeza y ofrece una adición extrínseca a esta grandeza cantando Su grandeza".

Ven que la palabra que usa para iniciar su cántico es un elogio de la grandeza; es un cántico de la más noble de las almas que se eleva para considerar a Dios en sus aspectos más elevados. Luego, en un maravilloso contraste, vuelve a considerar su propia nada.

Nuestra Señora del Magnificat, siglo 14

"Porque ha considerado la humildad de Su esclava, todas las generaciones me llamarán Bendita." Ven la belleza de su posición. A través de la sabiduría, midió toda la grandeza de Dios y quedó encantada con ella.

Por otro lado, midió su pequeñez y dijo: "Me regocijo en Dios mi Salvador porque se ha dignado mirar la pequeñez de su esclava". ¡Es un poema contrarrevolucionario! Es la esclava que se alegra de ser pequeña y de ver cómo Dios es superior a Ella, infinitamente superior a Ella. Desde lo más profundo de su nada, glorifica a Dios.

Ven aquí a la pequeña que reconoce su pequeñez y está encantada de ser pequeña. Ella no se rebela, no se indigna. En cambio, se coloca a sí misma en el último lugar. Nada es menos que un esclavo; un esclavo no tiene derechos; está por debajo de la condición normal de los hombres.

Bueno, aquí Nuestra Señora se proclama la Esclava del Señor Nuestro Dios. Ella es la precursora de todos los esclavos que habría a lo largo de los siglos. Ella se regocijó en su pequeñez y en Su grandeza; y en su grandeza amó su pequeñez.

Ves cómo esto es lo opuesto al espíritu de la Revolución Francesa, del Comunismo. Es tan opuesto que es casi irreverente hacer una comparación. Es verdaderamente humilde, ama la pequeñez de su lugar, pero adora la grandeza de Dios. Así se eleva con esa grandeza de Dios, aunque no es dueña de esa grandeza. Al contrario, proclama que la grandeza la posee.

En el Memorial del Inmaculado Corazón debemos pedirle a Nuestra Señora que nos haga tan puros como Ella y tan sabios como Ella. Debemos pedirle que nos ayude a amar nuestra pequeñez y a tomarnos en serio, "hasta sus consecuencias finales" nuestra condición de esclavos.

Por otra parte, debemos tener presente su grandeza y todas las grandezas que no son nuestras, para que se vuelva hacia nosotros y nos encante con esa relación amorosa que existe entre la grandeza de quien mira la pequeñez de otro.

Esta es una meditación para la víspera de la Conmemoración del Sabio e Inmaculado Corazón de María.


Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

El Santo del día Las características más destacadas de la vida de los santos se basan en los comentarios realizados por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, quien solía hacer charlas similares para los chicos de su colegio, cada tarde era la costumbre del profesor Plinio hacer un breve comentario sobre las vidas del santo del día siguiente en una reunión para jóvenes con el fin de alentarlos en la práctica de la virtud y el amor por la Iglesia Católica. TIA pensó que sus lectores podrían beneficiarse de estos valiosos comentarios.

Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siguiendo el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.