El Santo del Día
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Licenciado en Derecho. Gregorio López - 20 de julio
Selección biográfica:
Gregorio nació en Madrid en julio de 1542 durante el esplendor de la hegemonía española en Europa. Paje de la corte de Felipe II, peregrinó en 1572 a Nuestra Señora de Guadalupe en Extremadura. Allí se enteró de otro santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en México. Una llama ardiente encendió su corazón con el deseo de ir al Nuevo Mundo para servir a Nuestro Señor y a Su Santísima Madre.
Desembarcando en San Juan de Ulúa, la ciudad que Hernán Cortés había llamado Villa Rica de la Vera Cruz, Gregorio vendió todas sus posesiones y entregó el dinero a los pobres. Para ganar lo suficiente para vivir, inicialmente tomó un empleo como amanuense por un corto tiempo.
Finalmente, abandonó la sociedad y se fue a un lugar solitario a hacer penitencia como ermitaño. Solo los domingos y días festivos caminaba 24 millas para Misa y Comunión.
El ermitaño empezó a llamar la atención de la gente, que desconfiaba de él por su peculiar forma de vida y difundía calumnias y mentiras. Dos veces el Arzobispo de México ordenó investigaciones de Gregorio, ambas veces con resultados positivos.
El jesuita que realizó la segunda encuesta notó que, comparándose con Gregorio, él mismo parecía alguien que sí conocía las verdades elementales de la vida espiritual. Después de que se aprobó su forma de vida, Gregorio comenzó a ser considerado santo y muchos buscaron su consejo.
Gregorio era alto, de rasgos bien formados, pelo y barba castaños oscuros y ojos negros y vivaces. Su cuerpo estuvo marcado por mortificaciones, ayunos y largas vigilias. Sus únicas posesiones eran la Biblia, un mapa del mundo y un globo terráqueo. El mapa y el globo terráqueo fueron hechos por sus propias manos. Fue un hábil cosmógrafo y calígrafo, y un experto en anatomía y medicina.
Dejó varios escritos, entre ellos un libro en el que describía las cualidades beneficiosas de innumerables plantas. También fue sastre y zapatero.
El beato Gregorio, primer ermitaño en tierras americanas, murió el 20 de julio de 1596, a los 56 años, tras dos meses de una muy dolorosa enfermedad. Innumerables milagros ocurrieron en su tumba. Sus muchos admiradores lucharon por tener sus reliquias y, finalmente, su cuerpo permaneció con los carmelitas en México mientras su cabeza fue enviada a España.
El rey Felipe IV de España ordenó al virrey de México Henrique Pacheco y Osorio que reuniera los escritos que dejó el beato Gregorio. Entre esas obras se encuentra una explicación del Apocalipsis.
Comentarios del Prof. Plinio:
Ven en el beato Gregorio el espíritu contemplativo en una forma que nos interesa mucho. Era un contemplativo, pero su tipo de espíritu no correspondía a la idea que la mayoría de la gente tiene de un contemplativo. Normalmente se piensa que la contemplación es una meditación pura y directa sobre el contenido de la Revelación y la Tradición, los documentos del Magisterio y temas de carácter estrictamente religioso.
Es difícil para esta gente concebir que, según otro tipo de espíritu, un hombre pueda interponer la meditación directamente religiosa con los aspectos religiosos de las cosas temporales. Es posible elevarse a Dios y tener meditaciones elevadas sobre, por ejemplo, el reino vegetal.
Así, recogiendo elementos de la naturaleza vegetal o haciendo un estudio sobre ellos, el hombre puede llegar a los pináculos de la contemplación. Es evidentemente una forma de meditación secundaria y menos noble, pero también perfecta. Es indispensable que esta forma sea llevada a cabo por la humanidad a lo largo de la Historia para glorificar a Dios, y que algunos espíritus contemplativos estén destinados a seguir este camino.
También es posible trabajar de manera contemplativa. Por ejemplo, un artesano puede tallar un hermoso mueble con un espíritu contemplativo. Puede que no sólo tenga una idea contemplativa de ese mueble sino que, mientras lo fabrica, tenga una visión contemplativa de la belleza de la obra que está iniciando. Luego, después, considera la adecuación de su obra terminada con la que había imaginado. Haciendo esto, puede hacer una verdadera contemplación.
Ustedes ven en la vida del Beato Gregorio López que fue un gran contemplativo - debidamente reconocido por la Iglesia que lo nombró Beato - cuya contemplación estaba vuelta hacia Nuestro Señor y Nuestra Señora a través de las cosas temporales. Su estudio sobre las propiedades de las plantas y hierbas revela que tenía este tipo de perspectiva. Además, el hecho de que fuera un cartógrafo experimentado capaz de dibujar su propio mapa del mundo demuestra que también contemplaba a Dios en la distribución que hacía de la tierra, los continentes, los ríos y los océanos.
Este tipo de contemplación coincide con la escuela espiritual de la Contrarrevolución. Ascendemos a Dios por la admiración de las cosas temporales, aun cuando reconocemos que los temas principales de las meditaciones son habitualmente temas directamente religiosos y espirituales.
El Santo del día
Las características más destacadas de la vida de los santos se basan en los comentarios realizados por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, quien solía hacer charlas similares para los chicos de su colegio, cada tarde era la costumbre del profesor Plinio hacer un breve comentario sobre las vidas del santo del día siguiente en una reunión para jóvenes con el fin de alentarlos en la práctica de la virtud y el amor por la Iglesia Católica. TIA pensó que sus lectores podrían beneficiarse de estos valiosos comentarios.
Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siga el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.
El Santo del Día |
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Gregorio nació en Madrid en julio de 1542 durante el esplendor de la hegemonía española en Europa. Paje de la corte de Felipe II, peregrinó en 1572 a Nuestra Señora de Guadalupe en Extremadura. Allí se enteró de otro santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en México. Una llama ardiente encendió su corazón con el deseo de ir al Nuevo Mundo para servir a Nuestro Señor y a Su Santísima Madre.
El puerto amurallado de Fuerte Ulua en México donde Gregorio desembarcó en el Nuevo Mundo
Finalmente, abandonó la sociedad y se fue a un lugar solitario a hacer penitencia como ermitaño. Solo los domingos y días festivos caminaba 24 millas para Misa y Comunión.
El ermitaño empezó a llamar la atención de la gente, que desconfiaba de él por su peculiar forma de vida y difundía calumnias y mentiras. Dos veces el Arzobispo de México ordenó investigaciones de Gregorio, ambas veces con resultados positivos.
El jesuita que realizó la segunda encuesta notó que, comparándose con Gregorio, él mismo parecía alguien que sí conocía las verdades elementales de la vida espiritual. Después de que se aprobó su forma de vida, Gregorio comenzó a ser considerado santo y muchos buscaron su consejo.
Gregorio López, primer ermitaño de la Nueva España
Dejó varios escritos, entre ellos un libro en el que describía las cualidades beneficiosas de innumerables plantas. También fue sastre y zapatero.
El beato Gregorio, primer ermitaño en tierras americanas, murió el 20 de julio de 1596, a los 56 años, tras dos meses de una muy dolorosa enfermedad. Innumerables milagros ocurrieron en su tumba. Sus muchos admiradores lucharon por tener sus reliquias y, finalmente, su cuerpo permaneció con los carmelitas en México mientras su cabeza fue enviada a España.
El rey Felipe IV de España ordenó al virrey de México Henrique Pacheco y Osorio que reuniera los escritos que dejó el beato Gregorio. Entre esas obras se encuentra una explicación del Apocalipsis.
Comentarios del Prof. Plinio:
Ven en el beato Gregorio el espíritu contemplativo en una forma que nos interesa mucho. Era un contemplativo, pero su tipo de espíritu no correspondía a la idea que la mayoría de la gente tiene de un contemplativo. Normalmente se piensa que la contemplación es una meditación pura y directa sobre el contenido de la Revelación y la Tradición, los documentos del Magisterio y temas de carácter estrictamente religioso.
Un hombre puede contemplar a Dios en la naturaleza mientras trabaja
Así, recogiendo elementos de la naturaleza vegetal o haciendo un estudio sobre ellos, el hombre puede llegar a los pináculos de la contemplación. Es evidentemente una forma de meditación secundaria y menos noble, pero también perfecta. Es indispensable que esta forma sea llevada a cabo por la humanidad a lo largo de la Historia para glorificar a Dios, y que algunos espíritus contemplativos estén destinados a seguir este camino.
También es posible trabajar de manera contemplativa. Por ejemplo, un artesano puede tallar un hermoso mueble con un espíritu contemplativo. Puede que no sólo tenga una idea contemplativa de ese mueble sino que, mientras lo fabrica, tenga una visión contemplativa de la belleza de la obra que está iniciando. Luego, después, considera la adecuación de su obra terminada con la que había imaginado. Haciendo esto, puede hacer una verdadera contemplación.
Ustedes ven en la vida del Beato Gregorio López que fue un gran contemplativo - debidamente reconocido por la Iglesia que lo nombró Beato - cuya contemplación estaba vuelta hacia Nuestro Señor y Nuestra Señora a través de las cosas temporales. Su estudio sobre las propiedades de las plantas y hierbas revela que tenía este tipo de perspectiva. Además, el hecho de que fuera un cartógrafo experimentado capaz de dibujar su propio mapa del mundo demuestra que también contemplaba a Dios en la distribución que hacía de la tierra, los continentes, los ríos y los océanos.
Este tipo de contemplación coincide con la escuela espiritual de la Contrarrevolución. Ascendemos a Dios por la admiración de las cosas temporales, aun cuando reconocemos que los temas principales de las meditaciones son habitualmente temas directamente religiosos y espirituales.
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Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siga el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.