Santos del Día
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San Dionisio de Corinto - 8 de marzo
Selección biográfica:
San Dionisio, obispo de Corinto, es considerado uno de los prelados más ilustres del siglo II. Las innumerables cartas que escribió a obispos y particulares ofrecen un notable ejemplo de virtud y erudición.
Escribiendo una carta a San Felipe, obispo de Creta, San Dionisio lo exhortó a considerar la debilidad del hombre común y no imponer el yugo de la virginidad y la continencia perpetua a todos los fieles, presentándolo como si esto fuera absolutamente necesario. para la salvación
La respuesta de San Felipe, hombre de gran elocuencia y una de las personalidades más notables de su siglo, es bastante interesante. Después de expresar gran estima y respeto por San Dionisio, le pidió a este último que proporcionara al pueblo un alimento más fuerte y que sugiriera otras formas de ejercitarlos en el camino de la perfección, para que no se alimentaran con la leche de los niños y crecieran viejos en la etapa infantil de la vida espiritual sin aspirar a la perfección.
Más tarde, en una carta al Papa Sóter, San Dionisio explicó que algunas de sus cartas anteriores al Pontífice habían sido adulteradas: "Los Apóstoles del Diablo cambiaron otras cartas que escribí, agregando o restando partes para que parecieran favorables a los errores que predican. ¡Malditos sean! No debería sorprendernos ver este procedimiento de alterar los escritos de una autoridad inferior, ya que ellos mismos habían corrompido los Santos Evangelios para favorecer su interés".
Comentarios del Dr. Plinio:
No estoy seguro de si el asunto está claro para todos nosotros, así que déjenme explicarlo.
San Dionisio se dio cuenta de que San Felipe predicaba que todos en la sociedad deberían permanecer solteros. Entonces, San Dionisio le escribió una carta muy razonable diciendo que no era posible que todos fueran solteros. Requiere un altísimo grado de virtud que, teniendo en cuenta la debilidad humana, no puede ser recomendable para todos.
La respuesta de San Filippos fue notable. Después de presentar sus respetos a San Dionisio, básicamente dijo:
no vale la pena predicar sólo los derechos de la virtud común. Recomendó a San Dionisio que predique a la gente la práctica de virtudes más fuertes porque corresponde al pastor fomentar la perfección. Por tanto, el pastor debe pedir al rebaño mayor esfuerzo y todas las prácticas elevadas de virtud que el amor de Dios pueda inspirar.
Continuó: el peligro es que, al predicar sólo la virtud normal, tú, San Dionisio, estás dando leche a tu rebaño para toda su vida para que envejezca quedando en la infancia de su vida espiritual. Esto no es deseable. Serán infantes espirituales toda su vida.
Alguien podría preguntarme: entonces, ¿San Felipe está haciendo una reprimenda pública a San Dionisio?
Respondo: los santos no son personas que nunca reciben reprimendas. Los Santos son personas que, cuando reciben una merecida reprimenda, la aceptan y se aprovechan de ella. Y esto es lo que hizo San Dionisio.
Creo que ya os he mencionado una famosa carta en la que san Gregorio VII decía cosas muy duras a san Pedro Damián. Este último se fue a Francia e hizo algunas cosas que bien podrían llamarse tibias. San Gregorio VII lo reprendió muy severamente por esta falta de celo.
San Pedro Damián reconoció su error y respondió a San Gregorio VII, diciendo: "Para mí, eres un Santo Satanás que me tienta hacia todas las formas de bien. Tienes razón. Pero no era necesario emplear tanta severidad; con mucho menos me hubiera convencido."
Entonces, se dejó corregir y actuó en consecuencia.
¿Quién sabe si San Dionisio se convirtió en Santo por esta advertencia de San Felipe? ¿O, al menos, se volvió mucho mejor de lo que era antes? Es posible. De todos modos, la ironía empleada por San Felipe fue muy buena.
En la segunda parte de la selección aparece un San Dionisio mucho más fuerte. Maldijo a los que habían corrompido sus cartas al Papa para que sus palabras parecieran favorecer sus intereses y la mala doctrina.
Un católico contaminado con "herejía blanca" – piedad sentimental – normalmente me diría: "Un Santo nunca maldice a nadie. Solo las personas malas como tú, que tienen el corazón lleno de odio, pueden maldecir a otra persona".
Yo respondería: "Pero aquí está el ejemplo de San Dionisio maldiciendo a sus enemigos..."
El hombre de la herejía blanca respondería: "Con un hombre tan orgulloso como tú, no es posible tener una discusión..."
Esta maldición muestra a un San Dionisio muy enérgico, mucho más fuerte que el Dionisio de la primera carta. Es posible que haya tomado esta posición más fuerte porque antes aceptó la reprimenda de San Filippos y reaccionó bien. Es una hipótesis que nadie puede probar ni refutar, pero nos agrada imaginar que eso fue lo que sucedió.
El Santo del día
Las características más destacadas de la vida de los santos se basan en los comentarios realizados por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, quien solía hacer charlas similares para los chicos de su colegio, cada tarde era la costumbre del profesor Plinio hacer un breve comentario sobre las vidas del santo del día siguiente en una reunión para jóvenes con el fin de alentarlos en la práctica de la virtud y el amor por la Iglesia Católica. TIA pensó que sus lectores podrían beneficiarse de estos valiosos comentarios.
Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siga el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.
El Santo del Día |
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San Dionisio, obispo de Corinto, es considerado uno de los prelados más ilustres del siglo II. Las innumerables cartas que escribió a obispos y particulares ofrecen un notable ejemplo de virtud y erudición.
San Dionisio de Corinto
La respuesta de San Felipe, hombre de gran elocuencia y una de las personalidades más notables de su siglo, es bastante interesante. Después de expresar gran estima y respeto por San Dionisio, le pidió a este último que proporcionara al pueblo un alimento más fuerte y que sugiriera otras formas de ejercitarlos en el camino de la perfección, para que no se alimentaran con la leche de los niños y crecieran viejos en la etapa infantil de la vida espiritual sin aspirar a la perfección.
Más tarde, en una carta al Papa Sóter, San Dionisio explicó que algunas de sus cartas anteriores al Pontífice habían sido adulteradas: "Los Apóstoles del Diablo cambiaron otras cartas que escribí, agregando o restando partes para que parecieran favorables a los errores que predican. ¡Malditos sean! No debería sorprendernos ver este procedimiento de alterar los escritos de una autoridad inferior, ya que ellos mismos habían corrompido los Santos Evangelios para favorecer su interés".
Comentarios del Dr. Plinio:
No estoy seguro de si el asunto está claro para todos nosotros, así que déjenme explicarlo.
San Dionisio se dio cuenta de que San Felipe predicaba que todos en la sociedad deberían permanecer solteros. Entonces, San Dionisio le escribió una carta muy razonable diciendo que no era posible que todos fueran solteros. Requiere un altísimo grado de virtud que, teniendo en cuenta la debilidad humana, no puede ser recomendable para todos.
El pastor espiritual debe exigir gran esfuerzo y alta virtud del rebaño
Continuó: el peligro es que, al predicar sólo la virtud normal, tú, San Dionisio, estás dando leche a tu rebaño para toda su vida para que envejezca quedando en la infancia de su vida espiritual. Esto no es deseable. Serán infantes espirituales toda su vida.
Alguien podría preguntarme: entonces, ¿San Felipe está haciendo una reprimenda pública a San Dionisio?
Respondo: los santos no son personas que nunca reciben reprimendas. Los Santos son personas que, cuando reciben una merecida reprimenda, la aceptan y se aprovechan de ella. Y esto es lo que hizo San Dionisio.
Creo que ya os he mencionado una famosa carta en la que san Gregorio VII decía cosas muy duras a san Pedro Damián. Este último se fue a Francia e hizo algunas cosas que bien podrían llamarse tibias. San Gregorio VII lo reprendió muy severamente por esta falta de celo.
San Pedro Damián, reprendido por el Papa por falta de celo, se corrige
Entonces, se dejó corregir y actuó en consecuencia.
¿Quién sabe si San Dionisio se convirtió en Santo por esta advertencia de San Felipe? ¿O, al menos, se volvió mucho mejor de lo que era antes? Es posible. De todos modos, la ironía empleada por San Felipe fue muy buena.
En la segunda parte de la selección aparece un San Dionisio mucho más fuerte. Maldijo a los que habían corrompido sus cartas al Papa para que sus palabras parecieran favorecer sus intereses y la mala doctrina.
Un católico contaminado con "herejía blanca" – piedad sentimental – normalmente me diría: "Un Santo nunca maldice a nadie. Solo las personas malas como tú, que tienen el corazón lleno de odio, pueden maldecir a otra persona".
Yo respondería: "Pero aquí está el ejemplo de San Dionisio maldiciendo a sus enemigos..."
El hombre de la herejía blanca respondería: "Con un hombre tan orgulloso como tú, no es posible tener una discusión..."
Esta maldición muestra a un San Dionisio muy enérgico, mucho más fuerte que el Dionisio de la primera carta. Es posible que haya tomado esta posición más fuerte porque antes aceptó la reprimenda de San Filippos y reaccionó bien. Es una hipótesis que nadie puede probar ni refutar, pero nos agrada imaginar que eso fue lo que sucedió.
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Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siga el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.