La cara revela el corazón del hombre
Los liberales y los progresistas a menudo condenan a cualquiera que juzgue a otras personas por sus rostros o apariencias exteriores. Un análisis del exterior de uno sería subjetivo y falso porque, afirman, las apariencias son falaces, y un hombre muy bueno puede esconderse bajo una mala cara. Por lo tanto, cualquiera que haga una opinión basada en apariencias sería "crítico", de mente estrecha y prejuicioso.
En oposición a este mito liberal, las Escrituras nos dan varios pasajes que nos aconsejan analizar a las personas por sus rostros y apariencias exteriores.
A continuación, presentamos textos para su meditación.
- Un hombre es conocido por su apariencia, y un hombre sabio, cuando lo conoces, es conocido por su semblante (Eclesiástico, 19:27).
- El corazón de un hombre cambia su semblante, ya sea para bien o para mal; la muestra de un buen corazón y un buen semblante difícilmente encontrarás, y con trabajo (Ecclesiasticus 13: 31-32).
- Como las caras de los que miran allí brillan en el agua, los corazones de los hombres se abren a los sabios (Proverbios 27:19).
- La sabiduría de un hombre brilla en su semblante, y el Todopoderoso cambiará su rostro (Eclesiástico 8: 1.)
- La maldad de una mujer cambia su rostro y oscurece su semblante como un oso (Eclesiástico 25:24).
Publicada el
5 de noviembre de 2019
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