El proceso que llevó al hombre medieval a rechazar la sacralidad y la respetabilidad y adoptar los principios de la Revolución se basa en un tipo de egoísmo que odia estos valores. Es un estado de ánimo determinado que está en la base de la aceptación de la Revolución, así como de casi todas las herejías.

Hay niños que, por así decirlo, nacen egoístas. Quieren todo para ellos y consideran que todo lo que tienen los demás les ha sido robado. Se entristecen cuando a los demás les sucede algo bueno. Tienen tendencia a hablar mal de los demás, e incluso a calumniarlos. Se inclinan a rebelarse contra la autoridad porque les parece que ellos, y nadie más, deberían tener esa autoridad. También tienen la ambición de ser más que los demás. No es raro que lleguen al extremo de preferir dejar de vivir antes que tener a alguien superior a ellos.

Este género de personas no ve lo sacro como algo muy respetable. Por el contrario, se rebelan contra lo sacro. Estos son los partidarios naturales de la Revolución.

Sacralidad en las cosas y en el hombre.

La perla representa la nota de distinción. Abajo,La emperatriz Alexandra luce la famosa tiara de perlas Romanov Drop

Sacro es el conjunto de significados metafísicos y religiosos incorporados en todo lo que forma parte del universo creado que refleja la semejanza de Dios.

Cuando uno admira una perla, por ejemplo, y se pregunta qué representa, llega a la conclusión de que la perla representa distinción. La perla no tiene la pureza y magnificencia del diamante ni la gloria brillante de las piedras preciosas. Por tanto, se diría que simboliza algo menos. Por otro lado, no representa sólo la simple belleza de una concha, el nácar, sino que tiene el mismo tipo de belleza que es mucho más. Podemos decir que la perla trasciende y concentra en sí misma las bellezas de innumerables conchas y las ofrece a la admiración del hombre como símbolo de distinción.

De manera análoga, todo en la creación –en el mundo mineral, vegetal, animal, humano o angélico– tiene un significado y refleja algo más elevado que su composición física, algo que es metafísico, es decir, que va más allá de lo físico.

Estos diferentes significados simbólicos, filosóficos y religiosos impregnan la realidad visible como una especie de calor o perfume que puede ser experimentado por los sentidos del alma y explicado por la inteligencia humana. Nos invitan a hacer un acto de admiración por la cosa en sí misma, un acto de reconocimiento al Creador que la hizo y, finalmente, un acto de gratitud y reverencia.

Deberíamos mirar todo seriamente desde esta perspectiva sacra y adaptar adecuadamente nuestra vida a ella. Esto requiere una posición normal de discernimiento de los valores envueltos en las cosas creadas y de admiración de sus significados. Deberíamos acostumbrarnos a agruparlos para clasificarlos en un cierto orden, y componer así todo un panorama interno que cada uno de nosotros está llamado a tener de Dios y de la creación.

Esto es lo que llamamos sacro: lo sacro en las cosas creadas y lo sacro en la actitud del hombre.

Sin duda, mirar el mundo de esta manera requiere esfuerzo, sufrimiento y dedicación.

Una mentalidad rebelada da origen a la Revolución

Sin embargo, el tipo de niños malos que describíamos adoptan un enfoque diferente de la vida. Respecto al cariño de sus padres, dirían: “Eres una molestia en mi vida. Tu ternura hacia mí pide una devolución que no quiero darte. Incluso si me dieras muchas cosas sin pedir nada a cambio, todavía no me agradarías. Pero tu forma de ser tierna exige una devolución de mi parte, aunque no sea esa tu intención. Esto me molesta y me desagrada”.

Wyclif, que odiaba la pompa y el esplendor católicos, fue el precursor medieval del protestantismo.

Años más tarde, este mismo niño, ya joven, añadiría: “Tu respetabilidad es un obstáculo para ascender a rangos superiores y me impide disfrutar de la vida. Prefiero ser informal, relajado, completamente espontáneo y casual. Esto me permitirá escalar a mejores situaciones, disfrutar de la vida y burlarme de todo junto con los demás. Por lo tanto, te rechazo a ti, a tu sacralidad, respetabilidad y religión”.

En la Edad Media hubo momentos en que esta mentalidad se intensificó y aparecieron herejías. Las bases que se adherían a tales herejías estaban formadas por personas que tenían esta tendencia. Odian la sacralidad y la respetabilidad, como también odian a Nuestro Señor Jesucristo y Su Iglesia. Nuestro Señor suscitó este tipo de odio, al igual que la Iglesia. Entonces, con esto podemos entender el odio de los judíos y de los emperadores romanos contra ambos. Las herejías también se alimentan de esta revuelta y de este odio.

Estas personas rebeldes quieren destruir esta atmósfera sacra. También quieren acabar con quienes lo aman. Como Christianus alter Christus [un cristiano es otro Cristo], quieren destruir a todos los católicos y a la cristiandad, lo que representó la victoria de la mentalidad sacra que Cristo vino a implantar en la tierra.

Este proceso de maldad humana se ve incrementado por el apoyo activo del Diablo. Explica cómo, en la cúspide del bien que había alcanzado la cristiandad en la Edad Media, aparecieron muchas herejías, principalmente la Revolución, que es una herejía enorme que funcionó muy metódicamente y logró arrastrar tras de sí a la gran mayoría de la cristiandad.

La mentalidad liberal, cómplice indispensable de la Revolución

Cuando un hombre pierde la noción del gran mal de la Revolución y sus obras, entonces todo lo malo se vuelve posible. El liberal tiene una especie de optimismo tonto que le dicta que debe considerar el lado bueno incluso de los peores revolucionarios. Para él, todos deberían ser considerados buenos excepto un grupo: nosotros, los contrarrevolucionarios. En la medida en que un hombre piensa que todo hombre malo es bueno, juzga a todo hombre bueno como malo. Si tuviera la oportunidad, nos destruiría.

Esto explica por qué las herejías de la Edad Media fueron aceptadas por muchos hombres de mitad de camino. Incluso hoy en día, el liberalismo y una tolerancia mal interpretada son la base para que los peores aspectos del mal se difundan en la opinión pública.

Herejías y miserablismo

Creo que las herejías medievales se oponían a la pompa y ceremonia externas de la Iglesia Católica (a esta posición la llamamos miserabilismo) porque es apropiado que la herejía vaya en contra de la gloria de Dios.

Ese tipo particular de niños que describí, que se rebela contra el orden de la creación y se vuelve hacia sus propias ambiciones y placeres, termina siendo miserable. ¿Como sucedió esto?

En 1674, Luis XIV recibe al Príncipe de Condé desde su exilio en la Escalera del Embajador en Versalles -Pintura de Jean-Leon Gerome

Les daré un ejemplo histórico. La Revolución comenzó ofreciendo a los hombres una vida de placeres, llena de lujo y pompa orientada hacia su propia glorificación. Esto produjo el Renacimiento, que a su vez produjo el Antiguo Régimen en Francia. Luis XIV representó la cúspide de este proceso de disfrutar de una vida de placeres. En general, Europa siguió la misma línea.

Al final del largo reinado de Luis XIV, la sociedad estaba saciada de grandeza y belleza. A partir de ese momento, todo empezó a ser más pequeño y menos grandioso, simplemente agradable y encantador. Era la época de Luis XV. Representó el abandono de la magnificencia y el inicio del proceso de deslizarse por la rampa hacia el miserabilismo.

En Versalles, Luis XIV construyó la famosa escalier des ambassadeurs [escalera de los embajadores]. Era una magnífica escalera que los embajadores de otros países tenían que subir para entrar a los salones de recepción del Rey y presentar sus cartas credenciales. Lo construyó con el mayor esplendor posible para causarles una fuerte impresión, impresión que transmitirían a sus respectivos soberanos. Fue algo fenomenal según las descripciones de la época. [En 1989 fue restaurado, pero en un estado mucho peor. Los dos balcones para que los nobles observaran el movimiento en la escalera (véase la reproducción de Gerome) fueron sustituidos por pinturas de estilo art déco.]

El salón de baile Gold de Marble House en Newport Beach, Rhode Island

Luis XV derribó la Escalera de los Embajadores y reformó una parte de Versalles para construir pequeñas habitaciones con encanto a su gusto. Eran deliciosos por su delicadeza, pero la grandeza había desaparecido para siempre. Luis XVI continuó en la misma línea. La hipertrofia de la vida de placer alcanzó su cúspide y luego comenzó a decaer.

Por el contrario, generó la Revolución Francesa que destruyó casi por completo esa vida. Así, los placeres del Renacimiento producirían su opuesto, es decir, el odio de la Revolución Francesa por la pompa y la ceremonia. De esta manera el miserablismo se fue instalando en la sociedad, esperando el momento en que el Vaticano II lo instalara en la Iglesia Católica.

Creo que algo así sucedió también en la historia de Estados Unidos. Cuando uno analiza esos palacios de Rhode Island, vemos que pertenecían a una clase social muy rica que quería vivir en pompa y esplendor. Escuché que muchas de esas casas fueron transformadas en museos, otras fueron vendidas y otras hubieran sido destruidas si la ciudad no hubiera intervenido para evitarlo. Posiblemente los descendientes de esas familias todavía tengan propiedades o apartamentos muy ricos y confortables, pero la pompa de antaño ha desaparecido. Cayó y el miserabilismo entró en escena.

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Este artículo fue publicado originalmente por TIA el 7 de enero de 2008.
Traducido y publicado en español por TIA Ecuador el 5 de julio de 2024.

Prof. Plinio

La Sociedad Orgánica fue un tema muy querido por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Se dirigió a este tema en innumerables ocasiones durante su vida, a veces en conferencias para la formación de sus discípulos, a veces en reuniones con amigos que se reunían para estudiar los aspectos sociales y la historia de la cristiandad, a veces de manera sencilla.

Atila S. Guimarães seleccionó extractos de estas conferencias y conversaciones de las transcripciones de las cintas y sus propias notas personales. Los tradujo y adaptó en artículos para el sitio web de TIA. En estos textos se mantiene la fidelidad a las ideas y palabras originales tanto como sea posible.



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