Elías Profeta, santo del 20 de julio.

El Santo del Día

Elías el profeta - I - 20 de julio

Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

Selección biográfica:

Elías fue el primer hombre que tuvo devoción a Nuestra Señora. Fundó la Orden Carmelita y le transmitió esta devoción. También luchó contra el politeísmo que contaminaba la religión israelita, así como las malas costumbres de su pueblo. Él preparó a sus discípulos para continuar la misma lucha para preservar la verdadera Fe en Israel.

Elías Profeta
de Fra Angelico

En las bulas In Apostolicae dignitatis y Dominici gregis cura, el Papa Clemente VIII declaró que la conversión de las almas es parte de la misión de Elías heredada por los carmelitas. En una de sus epístolas San Atanasio aconseja a un ermitaño que se dedique a la conversión de su prójimo siguiendo el ejemplo de Elías. En sus revelaciones, Santa Brígida de Suecia vio a la Madre de Dios ofrecer a Elías y San Juan Evangelista a los hombres como modelos para los predicadores. San Ambrosio también reconoció el don excepcional de Elías para la conversión, y San Efrén afirmó que el Profeta abrió el camino en la conversión de los israelitas al Dios verdadero, de quien se habían distanciado.

San Juan Crisóstomo afirmó que Elías era el guía de los pueblos y el guardián de las cosas sagradas. San Gregorio Magno vio en Elías el modelo del verdadero Doctor. San Gregorio Nacianceno lo señaló como un ejemplo para los prelados. San Simeón Metafrastes aconsejó que quien quiera conocer el espíritu de una orden religiosa debe estudiar el espíritu de su fundador, ya que es el padre espiritual de todos sus seguidores. En Elías, concluye, fue tan intenso su fuego ardiente y su celo de alma que se transmitieron como características primordiales de la Orden Carmelita.

P. Cornelius a Lapide pronunció estas palabras inspiradas sobre él: “Elías fue el símbolo de todos los Profetas en consideración no solo por su perfección, libertad y eficacia en la predicación, sino también por la gloria de sus grandes acciones. Era el centinela, el profeta, el maestro, el protector y el apóstol de la Nación Elegida, y era el espejo de los predicadores del Verbo Divino, ya que su espíritu, lengua y gestos eran una sola llama volcada hacia la conversión de los pueblos".

comentarios del Prof. Plinio:

Estos son pensamientos profundos que muestran a Elías como una especie de Príncipe de los Profetas. Príncipe de los Profetas, porque tenía una misión más amplia que los demás, convirtió a más personas y su acción fue más profunda para la nación israelí. Fue un verdadero guía del Pueblo de Dios, que lo salvó del desastre.

El Pueblo Elegido se había apartado del Dios verdadero
y adoraba a los dioses falsos de sus vecinos.

Llegó a luchar contra las herejías en un momento en que la Nación Elegida se había deteriorado por completo. La Divina Providencia eligió a Elías para fundar una orden religiosa, para comunicarle su espíritu y luego para sostener este espíritu en toda la nación israelí. Su espíritu abarcaba todos los dones que Dios quería darle a Israel.

La sinagoga se había deteriorado porque había aceptado los errores de las religiones vecinas. En ese momento vino Elías a pelear, a expulsar la herejía, a restaurar el reino de Dios en el pueblo de Dios, a fundar una familia de seguidores, y así comenzar a prepararse para la venida del Mesías. Esta fue la grandiosa misión de Elías.

Es hermoso ver cómo Dios es tradicionalista. Cómo ama la continuidad en sus propias obras. Una de las pruebas de esto es que en un pasado lejano envió a dos hombres, Enoc y Elías, para garantizar que nada cambiara de ese modelo que había establecido en los primeros tiempos. Esa misma continuidad existe entre las cosas que Él enseñó a Enoc y Elías entonces y en los últimos tiempos, cuando ellos vendrán nuevamente a confirmar esas verdades y convertir a los que pueden convertirse, o para luchar contra los que se han desviado de la verdad. Por lo tanto, Elías y Enoc son los puentes que Dios estableció entre Su maravillosa obra en los primeros tiempos y Su maravillosa obra por venir en los últimos tiempos.

Ambos Profetas, Elías y Enoc, no murieron, pero probablemente viven en el Paraíso terrestre, donde contemplan las cosas del Cielo y siguen el curso de los eventos en la tierra. Están esperando que el reloj de la Historia dé la hora de volver. Entonces los Ángeles los transportarán a la tierra para luchar contra el Anticristo. Vendrán a librar la última batalla de la Historia. ¡Eso es realmente una cosa hermosa! Habiendo vivido en los primeros tiempos, volverán a vincular el inicio de la Historia con su fin, como una especie de broche que conecta y da unidad a toda la Historia.

Elías fue el primer hombre en tener devoción a Nuestra Señora. En una pequeña nube en la distancia que vio desde el Monte Carmelo, entendió un símbolo de Nuestra Señora. La pequeña nube se hizo cada vez más grande y dio origen a una lluvia que salvó a la nación israelí de una terrible sequía. Nuestra Señora era la nube y Nuestro Señor era la lluvia. Entonces, este mismo hombre que glorificó a la Santísima Virgen será el último en cantar sus alabanzas al final. Podemos entender lo magnífico que es este santo.

Sonará la trompeta, Elías y Enoc volverán a la batalla

El Pueblo Elegido fue indiscutiblemente una pre-figura de la Iglesia Católica. Esto es algo que San Pablo enseñó a menudo. La crisis que Elías resolvió en su tiempo tiene innumerables analogías con la crisis que estamos presenciando hoy en la Santa Madre Iglesia. Por lo tanto, Elías también es el patrón de quienes combaten la Revolución Progresista dentro de la Iglesia Católica y luchan por mantener la tradición que Dios estableció en Su Iglesia. Nuestra situación análoga atrae el amor de Elías hacia nosotros, católicos que hemos dedicado nuestra vida a esta lucha. También nuestra devoción a la Santísima Virgen es otro factor que atrae su benevolencia.

¿Qué debemos preguntarle a Elías en su día de fiesta? Sugeriría pedirle tres gracias:

1. Incrementar nuestra devoción a Nuestra Señora;

2. Ayudarnos a ver más claramente tanto en sus aspectos sobrenaturales como naturales nuestra vocación de servicio a la Iglesia Católica;

3. Transformarnos en verdaderos Apóstoles de los Últimos Tiempos, y para que esto nos dé un espíritu de fuego, coherencia, combatividad y amor por las cosas celestiales, tan admirablemente descrito por San Luis Grignion de Monfort como característico de los Apóstoles de Los Últimos Tiempos.

Con estos tres dones sobrenaturales estoy seguro de que podremos cumplir nuestra vocación y, haciendo esto, alcanzar la felicidad celestial después de haber tenido una felicidad terrenal. Porque en esta vida la verdadera felicidad proviene de saber y darnos cuenta de para qué nacimos. Es la única verdadera felicidad. Espero que Nuestra Señora nos dé a todos esta felicidad.

Continúa


Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

El Santo del día Las características más destacadas de la vida de los santos se basan en los comentarios realizados por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, quien solía hacer charlas similares para los chicos de su colegio, cada tarde era la costumbre del profesor Plinio hacer un breve comentario sobre las vidas del santo del día siguiente en una reunión para jóvenes con el fin de alentarlos en la práctica de la virtud y el amor por la Iglesia Católica. TIA pensó que sus lectores podrían beneficiarse de estos valiosos comentarios.

Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siguiendo el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.