Teología de la historia
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
Tiempos del Anticristo - III
El Dragón, Juan XXIII y Pablo VI
Según el P. E. Silvester Berry, quien publicó la edición de 1921 del Apocalipsis de San Juan con sus comentarios, los poderes del Infierno buscan todos los medios posibles para destruir a los Papas elegidos en los últimos tiempos.
Aunque no creo que, propiamente hablando, estemos en los últimos tiempos, ciertamente estamos en tiempos que preceden a esos. Por lo tanto, muchas cosas que están sucediendo ahora están de alguna manera predichas en ese misterioso libro.
Las profecías del Apocalipsis consisten casi en su totalidad en visiones simbólicas cuyas interpretaciones nos dan el mensaje pretendido por el Espíritu Santo. San Juan Evangelista relata que una mujer es vista en el cielo perseguida por un dragón. La mujer es un símbolo de la Iglesia.
Esto indica que los primeros problemas de esos días comenzarán dentro de la Iglesia, que está siendo perseguida por el Diablo. Cuando vemos que desde 1917 ha habido un rechazo casi total a Nuestra Señora de Fátima propiciado por la Jerarquía, no podemos dejar de pensar que aquellos Obispos que siguieron el Progresismo en lugar de a Nuestra Señora, son las estrellas arrastradas del cielo por la cola del Dragón.
En Diciembre de 1957 La Hermana Lucía fue entrevistada por el P. Fuentes, un sacerdote mexicano nombrado vicepostulador de las causas de beatificación de Francisco y Jacinta. Hasta entonces, a Lucía nunca se le había permitido hablar libremente sobre Fátima, pero en esa ocasión las autoridades de la Iglesia bajaron la guardia. Esa entrevista con la hermana Lucía fue como un discurso de despedida de ella para todos nosotros.
Su primera declaración fue “Padre, la Santísima Virgen está muy triste porque nadie ha prestado atención a su Mensaje, ni para bien, ni para mal.”
Cuando Lucía nos dijo que no buscáramos ayuda en Roma o en las autoridades religiosas, nos sorprendimos. Nos advirtió que cada uno de nosotros tiene que salvar su propia alma y a los que Dios ha puesto en nuestras vidas. También nos recordó que la oración y el sacrificio son dos medios para salvar al mundo junto con el rezo del Santo Rosario y la devoción al Inmaculado Corazón de María.
No se supo en ese momento, pero luego de esa entrevista la verdadera hermana Lucía desapareció, y durante décadas se ha especulado mucho sobre lo que le sucedió. Sus primos Jacinta y Francisco sabían exactamente cuándo Dios los llevaría al cielo. Podemos especular que Lucía también lo sabía y que murió algún tiempo antes de su entrada al Carmelo, y por eso nos dejó sus últimas palabras en su entrevista con el P. Fuentes.
Desafortunadamente, el contenido del Tercer Secreto se convirtió en el foco principal del interés de la gente en Fátima, no así las instrucciones de Nuestra Señora de cómo salvar sus almas. Si los deseos de Nuestra Señora de Fátima hubieran sido obedecidos, nunca habría sido necesario revelar el Tercer Secreto, en realidad llevamos más de 50 años viviendo el secreto.
El 2 de enero de 1944, la Hermana Lucía, siguiendo las órdenes del Obispo da Silva de Leiría-Fátima y con la aprobación de la Santísima Madre, escribió en forma de carta el Tercer Secreto y lo dirigió al Obispo da Silva. Las dos primeras partes del Mensaje de Fátima ya habían sido reveladas, y la tercera parte que debía leerse a más tardar en 1960 o en el momento de la muerte de la hermana, por parte del obispo da Silva si todavía estaba vivo o, si no, por el cardenal patriarca de Lisboa, no estaba dirigido al Papa, pero podía leerlo si lo deseaba.
Sin embargo, en 1957 el Vaticano solicitó la carta, además de todos los escritos de la Hermana Lucía. La carta fue entregada a Pío XII. Se informó que Pío XII nunca abrió el Secreto. En realidad, Pío XII, quien no había mencionado a Fátima públicamente desde 1951, probablemente no podría haber revelado el Secreto incluso si hubiera querido hacerlo.
Se han dicho tantas mentiras sobre Fátima que realmente no se sabe si leyó el Secreto o no. El Papa Pío XII murió el 9 de octubre de 1958.
Es una cuestión de Historia que los períodos más desastrosos para la Iglesia fueron los momentos en que el Trono Papal estaba vacante o cuando los antipapas competían con los jefes legítimos de la Iglesia. Así también será en aquellos días por venir.
Uno puede preguntarse el grado de poder que usó Satanás en las elecciones, llenas de controversia, del Papa Juan XXIII en 1958 y Pablo VI en 1963. En ambas elecciones apareció humo blanco, lo que normalmente significa que un Papa había sido elegido, pero por primera vez, ningún Papa apareció.
Hay muchas teorías, según historias de segunda mano y archivos del FBI, que afirman que el Cardenal Siri fue elegido en el cónclave y tomó el nombre de Gregorio XVII. Supuestamente habría renunciado al cargo porque los cardenales franceses argumentaron que los rusos habían prometido lanzar la Tercera Guerra Mundial si se eligiera un Papa anticomunista. Después de que Siri dio un paso atrás, Juan XXIII fue elegido.
En el siguiente cónclave, Siri volvió a tener la mayoría de votos y renunció al cargo; Pablo VI fue elegido. No sabemos si estas especulaciones son ciertas o no. Lo que sabemos es que hasta su muerte el Cardenal Siri aceptó tanto a Juan XXIII como a Pablo VI como papas legítimos y desanimó a los que pretendían reconocerlo a él como el Papa verdadero.
Juan XXIII, que se convirtió en Papa en 1958, fue el querido de los masones y se rumorea que fue uno de ellos. Él fue descrito por un autor como el Papa que rehabilitó al comunismo, desacreditó a Fátima y utilizó métodos engañosos para enterrar el Tercer Secreto. Fue el Papa del Vaticano II y también ha sido descrito como el papa que inició la apostasía.
De hecho, como escribe San Juan en el Apocalipsis, habrá todo un movimiento organizado que establecerá una Iglesia de Satanás en oposición a la Iglesia de Cristo. “San” Pablo VI, que se convirtió en Papa en 1963, fue el hombre que promulgó el Vaticano II, saboteó la mariología para complacer a los protestantes, promulgó la Nueva Misa y cambió los ritos de los Siete Sacramentos. Se ha establecido la nueva Iglesia de Satanás.
El no ocultó sus creencias.
Pablo VI hizo uso de un símbolo siniestro utilizado por los satanistas en el siglo VI, que fue revivido en tiempos del Vaticano II. Esta es la cruz doblada o rota sobre la cual se exhibe una figura repulsiva y distorsionada de Cristo que los brujos y hechiceras de la Edad Media utilizaron para representar el término bíblico, "Marca de la Bestia", y para mostrar su odio por el cristianismo. Sin embargo, no solo Pablo VI, sino todos sus sucesores, han sostenido esa cruz para que todos los católicos la vean, aunque representa al Anticristo.
Más de un millón de personas estuvieron presentes en Fátima cuando Pablo VI la visitó el 13 de mayo de 1967, en el 50 aniversario de la primera aparición. El evento marcó el regreso de la Hermana Lucía, a quien no se había visto en nueve años. La multitud estaba extasiada.
No fue sino hasta el año 2004, cuando gracias a una serie de artículos de la Dra. Marian Horvat, que se dio cuenta y mostró que la Hermana Lucía que reapareció en 1967 era un fraude. Durante casi 40 años, el mensaje que salió del Vaticano sobre Fátima, la consagración de Rusia, el Tercer Secreto y "El Mensaje de Fátima" fueron en parte hechos de mentiras. Millones de fieles católicos fueron engañados y siguen siendo engañados.
Continuará
Aunque no creo que, propiamente hablando, estemos en los últimos tiempos, ciertamente estamos en tiempos que preceden a esos. Por lo tanto, muchas cosas que están sucediendo ahora están de alguna manera predichas en ese misterioso libro.
San Juan ve a una Mujer, la Iglesia, perseguida por un Dragón; ella huye al desierto y da a luz a un niño
Esto indica que los primeros problemas de esos días comenzarán dentro de la Iglesia, que está siendo perseguida por el Diablo. Cuando vemos que desde 1917 ha habido un rechazo casi total a Nuestra Señora de Fátima propiciado por la Jerarquía, no podemos dejar de pensar que aquellos Obispos que siguieron el Progresismo en lugar de a Nuestra Señora, son las estrellas arrastradas del cielo por la cola del Dragón.
En Diciembre de 1957 La Hermana Lucía fue entrevistada por el P. Fuentes, un sacerdote mexicano nombrado vicepostulador de las causas de beatificación de Francisco y Jacinta. Hasta entonces, a Lucía nunca se le había permitido hablar libremente sobre Fátima, pero en esa ocasión las autoridades de la Iglesia bajaron la guardia. Esa entrevista con la hermana Lucía fue como un discurso de despedida de ella para todos nosotros.
Su primera declaración fue “Padre, la Santísima Virgen está muy triste porque nadie ha prestado atención a su Mensaje, ni para bien, ni para mal.”
P. Agustín Fuentes recibió un mensaje muy importante de Sor Lucía en 1957
No se supo en ese momento, pero luego de esa entrevista la verdadera hermana Lucía desapareció, y durante décadas se ha especulado mucho sobre lo que le sucedió. Sus primos Jacinta y Francisco sabían exactamente cuándo Dios los llevaría al cielo. Podemos especular que Lucía también lo sabía y que murió algún tiempo antes de su entrada al Carmelo, y por eso nos dejó sus últimas palabras en su entrevista con el P. Fuentes.
Desafortunadamente, el contenido del Tercer Secreto se convirtió en el foco principal del interés de la gente en Fátima, no así las instrucciones de Nuestra Señora de cómo salvar sus almas. Si los deseos de Nuestra Señora de Fátima hubieran sido obedecidos, nunca habría sido necesario revelar el Tercer Secreto, en realidad llevamos más de 50 años viviendo el secreto.
El 2 de enero de 1944, la Hermana Lucía, siguiendo las órdenes del Obispo da Silva de Leiría-Fátima y con la aprobación de la Santísima Madre, escribió en forma de carta el Tercer Secreto y lo dirigió al Obispo da Silva. Las dos primeras partes del Mensaje de Fátima ya habían sido reveladas, y la tercera parte que debía leerse a más tardar en 1960 o en el momento de la muerte de la hermana, por parte del obispo da Silva si todavía estaba vivo o, si no, por el cardenal patriarca de Lisboa, no estaba dirigido al Papa, pero podía leerlo si lo deseaba.
Sin embargo, en 1957 el Vaticano solicitó la carta, además de todos los escritos de la Hermana Lucía. La carta fue entregada a Pío XII. Se informó que Pío XII nunca abrió el Secreto. En realidad, Pío XII, quien no había mencionado a Fátima públicamente desde 1951, probablemente no podría haber revelado el Secreto incluso si hubiera querido hacerlo.
Se han dicho tantas mentiras sobre Fátima que realmente no se sabe si leyó el Secreto o no. El Papa Pío XII murió el 9 de octubre de 1958.
Es una cuestión de Historia que los períodos más desastrosos para la Iglesia fueron los momentos en que el Trono Papal estaba vacante o cuando los antipapas competían con los jefes legítimos de la Iglesia. Así también será en aquellos días por venir.
Arriba, Juan XXIII dando a los observadores cismáticos rusos en el Concilio la garantía de que el comunismo no sería condenado; abajo, Pablo VI recibe al dictador Tito en el Palacio Apostólico
Hay muchas teorías, según historias de segunda mano y archivos del FBI, que afirman que el Cardenal Siri fue elegido en el cónclave y tomó el nombre de Gregorio XVII. Supuestamente habría renunciado al cargo porque los cardenales franceses argumentaron que los rusos habían prometido lanzar la Tercera Guerra Mundial si se eligiera un Papa anticomunista. Después de que Siri dio un paso atrás, Juan XXIII fue elegido.
En el siguiente cónclave, Siri volvió a tener la mayoría de votos y renunció al cargo; Pablo VI fue elegido. No sabemos si estas especulaciones son ciertas o no. Lo que sabemos es que hasta su muerte el Cardenal Siri aceptó tanto a Juan XXIII como a Pablo VI como papas legítimos y desanimó a los que pretendían reconocerlo a él como el Papa verdadero.
Juan XXIII, que se convirtió en Papa en 1958, fue el querido de los masones y se rumorea que fue uno de ellos. Él fue descrito por un autor como el Papa que rehabilitó al comunismo, desacreditó a Fátima y utilizó métodos engañosos para enterrar el Tercer Secreto. Fue el Papa del Vaticano II y también ha sido descrito como el papa que inició la apostasía.
De hecho, como escribe San Juan en el Apocalipsis, habrá todo un movimiento organizado que establecerá una Iglesia de Satanás en oposición a la Iglesia de Cristo. “San” Pablo VI, que se convirtió en Papa en 1963, fue el hombre que promulgó el Vaticano II, saboteó la mariología para complacer a los protestantes, promulgó la Nueva Misa y cambió los ritos de los Siete Sacramentos. Se ha establecido la nueva Iglesia de Satanás.
Es el báculo distorsionado de Pablo VI ¿un símbolo del Anticristo?
Pablo VI hizo uso de un símbolo siniestro utilizado por los satanistas en el siglo VI, que fue revivido en tiempos del Vaticano II. Esta es la cruz doblada o rota sobre la cual se exhibe una figura repulsiva y distorsionada de Cristo que los brujos y hechiceras de la Edad Media utilizaron para representar el término bíblico, "Marca de la Bestia", y para mostrar su odio por el cristianismo. Sin embargo, no solo Pablo VI, sino todos sus sucesores, han sostenido esa cruz para que todos los católicos la vean, aunque representa al Anticristo.
Más de un millón de personas estuvieron presentes en Fátima cuando Pablo VI la visitó el 13 de mayo de 1967, en el 50 aniversario de la primera aparición. El evento marcó el regreso de la Hermana Lucía, a quien no se había visto en nueve años. La multitud estaba extasiada.
No fue sino hasta el año 2004, cuando gracias a una serie de artículos de la Dra. Marian Horvat, que se dio cuenta y mostró que la Hermana Lucía que reapareció en 1967 era un fraude. Durante casi 40 años, el mensaje que salió del Vaticano sobre Fátima, la consagración de Rusia, el Tercer Secreto y "El Mensaje de Fátima" fueron en parte hechos de mentiras. Millones de fieles católicos fueron engañados y siguen siendo engañados.
Continuará
Publicado el 18 de agosto del 2020
______________________
______________________
 Volume I |
 Volume II |
 Volume III |
 Volume IV |
 Volume V |
 Volume VI |
 Volume VII |
 Volume VIII |
 Volume IX |
 Volume X |
 Volume XI |
 Special Edition |