Cuentos y leyendas
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La Santa Emulación entre Dos Grandes Santos
En 1264, cuando el Papa Urbano IV instituyó la fiesta del Corpus Christi, pidió a San Buenaventura, un franciscano, y a Santo Tomás de Aquino, un dominico, que compusieran cada uno una liturgia para la Misa y el Oficio de esta gran Fiesta. En un día designado, cada uno leería su manuscrito ante el Santo Padre, quien decidiría qué texto sería elegido para la celebración del día festivo.
Llegó el día. Santo Tomás fue elegido para ser el primero en presentar su texto, en deferencia a su posición como Lector del Sagrado Palacio. Mientras Santo Tomás se levantaba y leía su texto, San Buenaventura, con gran humildad y lágrimas de emoción en los ojos, se giró y rompió el manuscrito que sostenía.
Dirigiéndose al Santo Padre, dijo: “Santidad, es como si hubiera oído hablar al Espíritu Santo, porque sólo el Espíritu Santo puede inspirar pensamientos tan hermosos. No puedo comparar mi pobre ensayo con una obra maestra tan perfecta. Esto es todo lo que queda de ello”.
Y le mostró al Papa los papeles triturados.
El Papa, impresionado por esta humildad y por la grandeza del texto de Santo Tomás, determinó que la obra del Doctor Angélico se utilizara en adelante para la liturgia de la Misa y el Oficio de ese día. Así fue declarado vencedor de la santa emulación Santo Tomás.
Entre los bellos textos compuestos por Santo Tomás de Aquino que resuenan en las iglesias durante la solemnidad del Corpus Christi se encuentran los siguientes: Adoro te Devote, Sauda Sion Salvatorem (la secuencia ), Sacris Solmniis (que incluía el Panis Angelicus), Pange Lingua Gloriosi (incluidas sus dos últimas estrofas el Tantum Ergo), y Verbum Supernum (incluidas sus dos últimas estrofas, el O Salutaris.
El Doctor Angélico es reconocido como uno de los grandes himnólogos de la Iglesia aunque sólo escribió 188 versos.
Santo Tomás lee su Liturgia del Corpus de Cristo a Urbano IV; a la izquierda, San Buenaventura destroza su propio texto
Dirigiéndose al Santo Padre, dijo: “Santidad, es como si hubiera oído hablar al Espíritu Santo, porque sólo el Espíritu Santo puede inspirar pensamientos tan hermosos. No puedo comparar mi pobre ensayo con una obra maestra tan perfecta. Esto es todo lo que queda de ello”.
Y le mostró al Papa los papeles triturados.
El Papa, impresionado por esta humildad y por la grandeza del texto de Santo Tomás, determinó que la obra del Doctor Angélico se utilizara en adelante para la liturgia de la Misa y el Oficio de ese día. Así fue declarado vencedor de la santa emulación Santo Tomás.
Entre los bellos textos compuestos por Santo Tomás de Aquino que resuenan en las iglesias durante la solemnidad del Corpus Christi se encuentran los siguientes: Adoro te Devote, Sauda Sion Salvatorem (la secuencia ), Sacris Solmniis (que incluía el Panis Angelicus), Pange Lingua Gloriosi (incluidas sus dos últimas estrofas el Tantum Ergo), y Verbum Supernum (incluidas sus dos últimas estrofas, el O Salutaris.
El Doctor Angélico es reconocido como uno de los grandes himnólogos de la Iglesia aunque sólo escribió 188 versos.
Una grandiosa procesión del Corpus Christi del pasado
Publicado el 22 de junio de 2024
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